27 noviembre, 2008

Lanchita Vicio

El timbre sonó diez minutos antes de lo que esperaba. Detrás de la ventanilla estaba mi casi hermano Juanjo con los ojos medios rojos y bien abiertos.
-- ¿Quehacésssssss? (me dijo)

La última ese se metió de lleno en mi nariz. Pero no era una ese cualquiera. Era de esas eses que integran las palabras Quilmes, Stella Artois, Schneider, Diosa o Isenbeck. Sí, esas.

Enseguida interpreté que al chabón le pintó salir de joda y pasar de largo. Y una vez que concluyó su noche no se podía quedar un minuto quieto porque se dormiría. Entonces llegó más temprano para ir a pescar. Sí, a las 06.50. Un fabuloso calavera.

Al toque cayeron Matías, el Capitán Beto y su amigo Chiche. Bastante entusiasmados partimos en Kangoo hacia Pehuen Co. Ni bien llegamos nos subimos enseguida a la lancha de la que no nos bajaríamos hasta la tarde.

El primero en quebrar fue mi casi hermano, el segundo mi compañero de blog, el tercero el Capitán Beto. Las leyes de los mares lo decían a través del viento y las olas: donde quiebra el Marinero, también quiebra el Capitán.

Yo no largué nada. Si hasta me comí uno de mortadela, queso y mayonesa. Estaba poseído por el embrujo de los tiburones rosaleños.

La cosa fue que con una "cañita pedorra" (Albatros para laguna) y un "reel de cuarta" (Calador 330, como para sacar mojarritas de la Pelopincho) pesqué bastante. Me saqué las ganas de un gatuzo de buen porte, una corvina mediana y una gran cantidad de pescadillas. Hasta metí un doblete (dos pescados de un tirón, uno en cada anzuelo). Y la caña enterita.

Entre un vómito y otro los muchachos pudieron destacarse cada uno en un rubro distinto. De Beto hay que recordar una corvina interesante, de Matías un doblete pescadilla-pescadilla y de Juanjo la corvina que se quedó con el premio al tamaño. Buen porte dirían los entendidos.


Lo cierto es que pescar en lancha ya se me convirtió en un vicio. Brindé por eso.

4 comentarios:

AEZ dijo...

Con su perdón, pescar me parece una paja aburrida y por eso incomprensible. Pero ojo que yo acompaño, ¿eh? Porque me gusta navegar, porque me descorcho unos cabernet, porque me pongo a leer y porque después me devoro los pescados.

Así que salud, qué tanto.

PD: su imitación de un tiburón es tan bizarra como un poema de Belén Francese.

Oso de Almafuerte dijo...

Uhh, no sabía. Entonces lo vamos a tener en cuenta. Yo le voy a dar mi cañita pedorra, va a ver que es divertido sacar un pescado grandote con tan pequeña y endeble herramienta.
Lo del tiburón es bizarro, lo sé, pero metí miedo ehh...
PD: salud.

Jimmy Chaban dijo...

Alta aventura. Y dejame decirte: lo tuyo es la posta. Eso de cosechar y pescar tus alimentos. Pienso que cuando termine de desmoronarse la civilización occidental (ahora nomás) te van a ser útiles todos esos conocimientos.

Oso de Almafuerte dijo...

Ojalá. También estoy perfeccionando mi técnica con la pintura de brocha gorda. Se viene la crisis viste.