Hoy: me llevaron a la fundación de la universidad.
Héctor Libertella es un escritor bahiense que vivió muchos años en Buenos Aires donde murió en octubre del 2006. En el 2005 vino a la ciudad a dar una charla en el marco de los festejos por los 50 años de la Universidad Nacional del Sur. Comenzó diciendo “El imaginario es lo único real del texto”, hablaba de lo real no de la realidad y hablaba de imaginario no de imaginación. Libertella intentó reconstruir el imaginario de lo que vio ese día, el de la fundación, cuando era aún un chico...
“Cuando tenía diez, una mañana de hace 50 años, mi familia me trajo aquí a Colón 80 en medio de un pequeño grupo de gente, yo no recuerdo que hubiera mucha gente, era el día de la fundación de la UNS. A duras penas recuerdo que había un elegante señor canoso muy bien vestido de apellido raro, Atilio de Loromai, creo, otro señor Benjamín Villegas Basavilbaso, y otros dos que tal vez se llamaban Vicente Fatone y Ezequiel Martínez Estrada, tal vez, no se. Después nos desplazamos a una vieja casona en Rondeau primera cuadra, luego me dicen que era el Instituto Tecnológico donde estudié años Ingenieria Química. Lo que más me intrigó fue un grupo de jóvenes que exhibían una enorme pancarta con la sigla FUS. Había algún obispo tirando agua bendita sobre un monolito, tal vez, el legendario Monseñor Germiniano Esorto, no sé.
Si hablamos de imaginario habrá que armar un cuadro, una topología haber como se constituye ese imaginario: está el cartel de FUS, Monseñor Esorto, está Colón 80, o está a medio construir, no importa, estaba la loma, así llamo yo al cementerio...”
El recorrido sigue, a veces a caballo, o por caminos empedrados, cazando animalitos en donde hoy compramos ropa o escuchando la radio, porque para hablar de la universidad en esos años era indispensable ir en busca del imaginario.
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