22 febrero, 2008

La habitación de Antígona

Acto I
Es el día de la ceremonia del té, al parecer la abuela murió y quedó encerrada en su habitación. La madre de Antígona pinta unas telas para el recinto del té. Antígona se sienta a los pies del árbol donde viven las almas de amores fallidos y escucha la historia de Romeo vs. Romeo.

Acto II

Después de los primeros diez capítulos, Antígona y el padre se fueron a pescar a un lago donde no hay peces. Tiran la red sin la intención de pescar y el que observa no entiende...

Leer capítulo XIII

El rock no es fútbol

Soda Stereo es grande porque llevó esta premisa como bandera durante sus 15 años de carrera y volvió a levantarla en los primeros tres recitales (18 al 20 de octubre) que marcaron su vuelta después de diez años de silencio.

El rock se “futboliza” cuando el público se convierte hincha: cuelga los trapos, sigue a su banda a todas partes, se la tatúa en el corazón al lado de la vieja, va a los recitales sólo a hacer pogo y a repetir ritos urbanos, a hacer aguante, bajo el ruido saturado de parlantes que no aguantan el trajín rokanrolero; de música poco y nada.

Domingo 20 de octubre, son las diez de la noche y en el estadio monumental, literalmente, no cabe un alma más. El escenario es gigante y a Cerati, Alberti y Bosio les sobra talento para llenarlo. El sonido es impecable, claro y envolvente; dos ruedas de luces bajan del cielo sobre los músicos y seis pantallas bailan a sus espaldas dándole a cada tema su propia escenografía. “Fluorescente azul/ luz que baña mis sentidos/ donde todo empieza a ser real... ” comienza a sonar Primavera Cero, mientras en las pantallas aparecen frases en blanco sobre negro: “Gracias por esperarnos”, “Somos energía”, “Somos Dynamo” “El Rock no es fútbol”, entre otras.

myspace.com/sodastereo

Leandro se ganó todos los discos

12 febrero, 2008

RADIOHEAD, In Rainbows

Estos chicos astutos deben tener algún programa secreto de intercambio de títulos con Nelly Clarkson, pero salvo eso, todo lo demás en In Rainbows es auténtico rock Radiohead. Como todos los demás discos de la banda salvo Kid A (todavía su álbum más famoso), In Rainbows tiene enérgicas canciones de guitarras y melancólicas baladas acústicas, llenas de efectos de ajuste sonoro ideales para escuchar con auriculares. Rockea fuerte, y nada en el disco suena como alguna otra banda de este planeta; nos da un golpe emocional que prueba que todas las otras estrellas del rock nos deberían pedir perdón.

En una jugada magistral, Radiohead lanzó In Rainbows a través de un sistema de descarga con pago opcional. Yo pagué $5,27, en honor el cumpleaños de mi mamá. Casi todas las canciones ya son conocidas por los fans en sus versiones en vivo, pero acá se convierten en creaciones nuevas y expandidas. "Arpeggi" y "Bodysnatchers" tienen un ritmo directo y urgente, mientras que "House of Cards" es una frágil balada de amor que se parece bastante a "Going Back" de Dusty Springfield (y los Byrds). "All I Need" tiene una súplica erótica ("I’m an animal trapped in your hot car"), tristes campanadas al estilo "No Surprises", y el estruendo ominoso de un sintetizador con teclas de piano. En Hail to the Thies (2003), la voz de Thom Yorke tenía un registro punk, pero acá tiene una textura R&B que les da a las canciones una franqueza romántica.

El final de "Videotape" es la única ocasión en que la banda se sumerge en una interferencia. Por lo demás, la música está repleta de toques sónicos solidarios, desde los pesadillescos sonidos del sintetizador de Gary Numan en "All I Need" y "House of Cards", hasta el baterista Phil Selway y su habilidad con las escobas y los toc-tocs. Ningún momento desperdiciado, ningún tema flojo. Sólo puro Radiohead. Diablos, voy a pagarles sólo un poco más… simplemente por el solo de platillo de "Reckoner".

Por Rob Sheffield, para Rolling Stone


El futuro llegó, y es digital

La semana pasada, el anuncio del particular lanzamiento de In Rainbows, el nuevo disco de estudio de Radiohead, marcó un nuevo parámetro en cuanto a la forma de comercialización y distribución musical. Desde la red, los fanáticos de la banda pueden descargar el álbum (antes de su edición en formato CD) pagando la tarifa que ellos consideren justa. Sin ninguna compañía discográfica interviniendo en el proceso (su contrato con EMI finalizó con Hail to the Thief ), el quinteto liderado por Thom Yorke se colocó como la primer gran banda al frente de una verdadera revolución.

Nota completa acá


Ria Revuelta #13

Nos vamos poniendo al día con el número de octubre...
salud!