30 julio, 2009

Suenan trompetas II


Actualizamos el debate entre Planta y Archivo White. En estos días, muchos se hicieron eco de la discusión que inauguró el artículo de Campetalla-Bianco, seguido por la respuesta de Díaz-Testoni. Muchos blogs relacionados directa o indirectamente con el tema hicieron su aporte y el escenario de la disputa se trasladó a los comentarios.

A esa primera cita C-B no asistieron, eligieron primero dar una respuesta consensuada, para después largarse a dar la discusión. Reproduzco un fragmento del texto que publicaron anoche para que sirva como disparador y, ahora sí, pueda haber un intercambio de ideas con forma de diálogo.

[...]
"Arte y reconciliación intenta plantear una relación compleja entre las personas de un lugar y la sociedad en la que viven. Una relación compleja no es, justamente, una relación mecánica o reduccionista: la sociedad no puede pensarse al margen de las personas, de su creatividad, de su capacidad para inventar usos distintos para las cosas, modificar aspectos de su entorno, etc. pero esas particularidades son parte de una sociedad. Se vuelven singulares cuando son separadas de esa relación dinámica con lo social.


La nota no pretende impugnar una forma artística particular ni aun la capacidad del arte para abordar la realidad. Es más, creemos que el arte muchas veces ha podido y puede abordar ciertos temas sociales, incluso mejor que algunos debates intelectuales. Se trata de preguntarse por los modos en que esto ocurre.


Nos tomamos tiempo para volver a plantear puntos centrales de la nota. Admitimos inclusive que algunos párrafos no estaban lo suficientemente claros, pero tampoco nos parece que hayan sido rebatidos con claridad. Los puntos centrales podrían volver a enunciarse así: la hermosura como operación del observador y no como una propiedad del paisaje, el énfasis puesto en la subjetividad de la persona suprimiendo su relación con la sociedad, la idealización del pasado (personal y social), la poca efectividad social de un proyecto dirigido principalmente a desarrollar nuevos temas en el arte. Y tal vez sea necesario seguir por el título, “Arte y reconciliación”. ¿Reconciliación entre qué? No solamente entre clases sociales distintas sino también entre un pasado idealizado y el rol que los sujetos cumplieron en él." Campetella-Bianco
[...]


Leer texto completo

22 julio, 2009

Laureles eternos

Una muchacha

El árbol penetró en mis manos,
la savia subió por mis brazos,
el árbol creció en mi pecho;
hacia abajo,

me crecieron ramas como brazos.

Árbol eres,

musgo eres,
eres violetas que el viento sobrevuela.
Eres una criatura- tan alta,
y todo esto es locura para el mundo.


Ovidio
en sus Metaformosis cuenta la historia de Dafne y Apolo. La ninfa escapa del amor de Apolo (encantado por Eros). Deseperada pide ayuda al
dios del río Peneo y la convierte en laurel. Desde ese momento el laurel será el árbol sagrado de Apolo.

[La metamorfosis de Thom Yorke en There there]

En el primer tramo del poema, cuando se consuma la metamorfosis, Pound parafrasea Ovidio: “mollia cinguntur tenui praecordia libro// in frondem crines, in ramos bracchia crescunt” [traducción aproximada: “en su pecho creció corteza, en sus cabellos hojas, en sus brazos ramas”].
Sin embargo, el poema continúa y ese árbol en vez de convertirse en sagrado, en el axis mundi que une tierra y cielo, se transforma en musgo y “violetas que el viento sobrevuela”. Esa imagen se contrapone claramente con la estabilidad del árbol que los dioses hicieron crecer en socorro de Dafne. Es una imagen leve e inestable propia de la ontología oriental, es una “locura para el mundo” occidental.

El juego con las tradiciones, en una literatura de vanguardia.

“Imagismo no es simbolismo. Los simbolistas tratan con la asociación, una suerte de alusión, casi una alegoría. Los simbolistas degradaron el símbolo al status de la palabra. (…) Los vorticistas no tienen este curioso tic de destruir las glorias pasadas… No deseamos evadir la comparación con el pasado… El vorticismo es un arte intensivo”

21 julio, 2009

Suenan trompetas

Al son desafinado de una vieja trompeta, se largó un debate que puede resultar muy interesante.

Hace unas semanas, publicaba un fragmento de un artículo de la revista Planta en el que se critica a tres proyectos regionales, entre los que se encuentra el Archivo White.

Hoy, Marcelo Díaz y Nicolás Testoni, que trabajan en Ferrowhite, elaboraron y publicaron una respuesta minuciosa al artículo Arte y reconciliación, de Lucía Bianco y Luciano Campetella.

Unos plantean que la estetización del individuo y sus circunstancias son una forma de reconciliar y borrar las diferencias sociales.

Los otros le responden que esa lectura está basada en un recorte incompleto, que deja de lado la totalidad del proyecto mediante una metodología errónea de buscar causas-consecuencias.


En fin, un museo que trabaja con la comunidad debate ideas con dos críticos de la revista Planta (que trabajan en otro museo que trabaja con la misma comunidad). Es importante que esto suceda en una ciudad donde hay museos que pareciera que se esconden bajo tierra.

Los artículos completos:


Contigo en la distancia (Díaz-Testoni)

Arte y reconciliación (Bianco-Campetella)

20 julio, 2009

Tortuga ninja


Compramos una tortuga y le pusimos Ezra.
Tiene un año y cabe en la tapa de un tarro de café.

17 julio, 2009

Las flores

El primer grupo de poemas tiene que ver con las flores. Los pétalos, los colores, el movimiento, las apariones de la naturaleza en los textos de Pound, y el lugar que ocupa en su poética.

La relación con las flores no es para nada inocente: supone un posicionamiento y un alejamiento, de las tradiciones cercanas como el simbolismo. Es
una acción liberadora de la naturaleza al nivel de las imágenes.
Las flores, arreglos florales, los pétalos y sus colores, dejan de ser objetos meramente descriptivos o de estar atadas al mito[1], para ponerse en función de la construcción de imágenes que hacen al poema.

Los ojos

Descansa, maestro, pues estamos cansados, muy cansados,

y sentiríamos los dedos del viento
sobre estos párpados que se nos cierran
húmedos y pesados como el plomo.


(...)

Libéranos, pues afuera hay hermosos colores,
el verde del musgo y el color de las flores,
y frescor bajo los árboles.

Libéranos, pues perecemos
en esta monotonía que no cesa

de feas marcas de impresión, negras
sobre el blanco de los pergaminos.

Libéranos, porque hay alguien
cuya sonrisa es más valiosa

que todo el viejo saber de tus libros,
y nos gustaría contemplarla.
Ilustración de Jimmy Chaban

¿Dónde está el verdadero saber? ¿Cuáles son los libros que pesan como plomo en los párpados del maestro y su discípulo? Son los libros que, según Pound, no pueden superar la monotonía de la letra impresa. Negro sobre blanco. Frente al intento de hacer poesía con los colores de las flores.

“El punto del imagismo es no usar las imágenes como ornamentos. La imagen es en sí misma el discurso. La imagen es la palabra que va más allá del lenguaje formulado”[2]

Esta cita está tomada del texto Vorticismo, que funciona como una especie de manifiesto del imagismo: una escuela de arte o un conjunto prácticas y principios vanguardistas, que tuvo a Ezra Pound como principal exponente en una de sus etapas.


ts´ai chi´i

Los pétalos caen en la fuente,
............los pétalos de rosas color naranja,
y su ocre se adhiere a la piedra.

...................................................
[1] ver Williams, Raymond, La política del modernismo. Contra nuevos conformistas. Manantial, Buenos Aires, 1997, capítulo 4 “El lenguaje y la vanguardia”, pág. 92.
[2] Pound, Ezra, “Vorticism”, tomado de Elliot Berry Th., Readings in American Criticism, The Odyssey Press, New York, 1970, pp. 182-195.

14 julio, 2009

Personae

Sólo los eruditos y los poetas se aventuran con esfuerzo por la senda hacia las etimologías y recomponen el habla lo mejor que pueden a partir de fragmentos olvidados. Esta anemia del habla moderna es estimulada por la escasa fuerza cohesiva de nuestros símbolos fonéticos. En una palabra fonética hay poco o nada que exhiba las etapas embrionarias de su crecimiento. No lleva su metáfora en la cara. Olvidamos que, una vez, personalidad significó no el alma, sino la máscara del alma.[1]

El libro se llama Personae, plural del latín Persona. Con este título Ezra Pound no sólo trae a nuestros días una de las primeras etapas etimológicas de la palabra de una forma erudita, sino que logra superponer los sentidos pasados y presentes: le imprime a la palabra la metáfora de su nacimiento.
En este libro Pound nos está presentando l
as máscaras de sí mismo y de su escritura, máscaras latinas, griegas, modernas, vanguardistas, anticuadas, provenzales, inglesas y orientales.

Sobre su rostro en un espejo

¡Oh extraño rostro ahí en el espejo!
Oh compañía impúdica, oh santo huésped,
oh pobre loco mío entristecido,
¿qué contestas? ¡Oh miríada
que se afana y actúa y se esfuma,
se burla, engaña, desafía!
¿Yo? ¿Yo? ¿Yo?
¿Y vos?[2]

------------------------------------------------

[1] Fernollosa y Pound, El carácter de la escritura china como medio poético, Alberto Corazón editor, Madrid 1977
[2] Ezra Pound, Personae, los poemas breves, Hiperión, España 2001

09 julio, 2009

Se plantaron

La revista de crítica literaria/política/económica/artística/social Planta, desde hace un tiempo, viene consolidando una perspectiva crítica que interpela los hechos culturales desde un lente que retoma conceptos de la crítica marxista.

En el número 9 de Planta, que acaba de aparecer online, hay una lectura crítica de tres proyectos (Hermosura, Estación Pringles, Archivo White) realizada por dos bahienses que trabajan en el Museo del Puerto de White, Lucía Bianco y Luciano Campetella.

Les dejo el fragmento final del artículo donde se sacan algunas conclusiones, pero vale aclarar que es necesario leerlo completo.



Arte y reconciliación

[...]

En todos los proyectos analizados, se pone en valor la singularidad del "personaje", su "hermosura" o su "teatralidad". En Proyecto Hermosura, la hermosura de una mujer de avanzada edad que forma parte de una comunidad agonizante de inmigrantes ruso-alemanes y que todavía se moviliza en bicicleta; en Estación Pringles, la teatralidad como condición de la reactivación de "viejas prácticas sociales" (declamaciones de poesía, kermesses, payadas, etc.); en Archivo White, la originalidad de un patio armado a partir de desechos e identificado con la obra de un dadaísta alemán. En todos los casos, la operación que se efectúa sobre el particular (el miembro de una clase o de una comunidad determinada) concluye con la fascinación ante el singular, que lo define como digno de atención.

Esta fascinación sólo es posible en el marco de una lectura catastrófica de la política ferroviaria implementada durante la década de 1990. La percepción de los efectos del neoliberalismo como un conjunto de ruinas ferroviarias es el escenario en el que se llevan a cabo prácticas que pretenden restablecer viejos lazos sociales, viejas costumbres y diálogos imaginados a partir del arte, el teatro y la literatura. No se trata de que estos proyectos deban ser cuestionados por "estetizantes", sino de que en ellos el arte se presenta como el vehículo apto para una utopía social conciliatoria.


Actualización, Ana Miravalles responde en el blog Archivo Caballero:

Generalizaciones que matan

[...]

Pensar que el único motivo por el que una persona junta un ventilador roto es a consecuencia de un salario insuficiente por culpa de la economía neoliberal, que un obrero tiene ya prefigurados unos comportamientos condicionados por su proveniencia de clase, que las relaciones entre clases tienen unas reglas fijas, y que la consideración de cualquier instancia "particular" no es más que la referencia a un concepto "general" que necesariamente lo determina, es pensar y aseverar a partir de generalizaciones.

Las generalizaciones enceguecen al que generaliza y deduce a partir de ellas, porque le impiden ver y entender la complejidad de las relaciones sociales, que nunca son mecánicas.

Las generalizaciones engloban tal vez la mayor parte de los casos, pero desconocen la fisura, el quiebre y los espacios - a veces mínimos, invisibles- de resistencia.

06 julio, 2009

La gripe es de derecha,
lo dijo William Burroughs.


Robado del twitter de Terranova.

02 julio, 2009

Cheque en blanco

Escenas de los capítulos anteriores Neverland - La bestia

-…

- Che, vamos a entrar a algún lado…
- Yo no tengo un peso.
- Yo tampoco.
- Sigamos dando vueltas.
- Mirá esas.
- Pará, pará, boludo.

Ricardo se acercó al cordón, bajó la velocidad.

- ¿Quieren dar una vuelta?- gritó Tomás.
- No entramos, son muchos- dijo una, otra se rió y la otra los ignoraba.
- ¡Cómo que no entran! Les hacemos un lugarcito…
- Vayan para el Club, nos encontramos allá.

Atrás del 1500 se habían atascado dos autos y empezaron a tocar bocina.


- ¿Qué hacemos, vamos?- preguntó Ricardo mientras aceleraba.
- No nos van a dar bola- dijo Kevin.
- ¿Qué sabés?, la del medio estaba buena…
- Andá para el Club y vemos qué onda.

La avenida Alem empieza en el Teatro Municipal y termina en la ruta, entre esos dos puntos está la Universidad Nacional del Sur y al lado el Club Universitario.

- Cambiá la música-, dijo Ricardo.
- ¿Porqué? Dejalo que está bueno…
- Siempre escuchando al deforme ese.
- Poné los redondos-, aprovechó para pedir Tomás que odiaba la música pop.
- … sabían que Thriller es el disco más vendido de la historia de la música-, siguió Kevin.
- Y a mí qué me importa.
- La casa de Michael, Neverland, valía cono 300 millones de dólares. Tenía un zoológico, un parque de diversiones. Lo vi en el informativo.
- ¿Vieron la entrevista que pasaron cuando se murió?, aparecía un pibito que decía que durmió con él.
- Te imaginás tener toda esa guita-, dijo Enrique con una sonrisa en la boca. Sintiendo, como cada vez que lo pensaba, una plenitud que le recorría todo el cuerpo.
- No laburás más…
- Ese es mi sueño- dijo Enrique.
- Yo por más que tuviera toda la plata trabajaría igual, podría elegir lo que me gusta-, discrepó Tomás.
- ¿Para qué?, ¿Estás loco?, yo ni en pedo…
- Para qué querés toda esa plata si sos un infeliz como Michael Jackson.
- Un genio.
-Ahora que se murió es un genio...
- Se acuerdan de esa película de un chico al que le dan un cheque en blanco y cobra 1.000.000 de dólares y se lo gasta todo-, recordó Enrique, que además de sonreír entrecerraba los ojos y miraba al cielo.
- ¡Sí!, Cheque en blanco se llamaba…
- Pero si no trabajás, ¿qué hacés de productivo en la vida?-, insistió Tomás.
- Y qué tiene de productivo trabajar, si ya tenés toda la plata que querés te podés comprar lo que quieras-, le contestó Enrique.
- "El trabajo dignifica", decía Perón- siguió Tomas-, si no trabajás nunca vas a ser nadie.
- ¿Qué dignifica? ¿Romperte la cabeza en un call center? ¿Matarte laburando por dos mangos?, ahora sos un número, no existe más eso.
- Pero algo tenés que hacer de tu vida...
- Sos millonario, qué más querés.
- ¿Y qué le vas a dejar a tus hijos?
- Plata.