18 septiembre, 2010

El fetichismo de la memoria




Para representar el estereotipo del militante setentista, Peter Capusotto se pone una peluca ondulada, un bigote fornido y listo: es Bombita Rodríguez, el Palito Ortega Montonero.

¿Una época puede leerse en una peluca? En su color, su textura, su uso. Acabo de leer Historia del pelo de Alan Pauls, lectura que me llevó a ver la película Los Rubios de Albertina Carri y a pensar sobre el tema. La memoria como un fetiche rubio, imposible de peinar.

El libro de Pauls es parte de la serie que comenzó con Historia del llanto y terminará con Historia del dinero. Estas novelas breves intentan abordar la década que marcó los últimos 30 años de la política y la economía argentina, huyendo de los discursos establecidos y contra-establecidos hacia una intimidad atravesada por la historia.

Historia del pelo no tiene la solidez de la primera novela que, a pesar de ser fragmentaria y por momentos difusa, expresa con una fuerza demoledora el problemático cruce entre autobiografía-ficción-realidad e historia. Esa fuerza que comparte la película de Carri, un documental sobre la memoria que se anima a desafiar al testimonio de las víctimas como puerta al pasado.

La novela es un continuo de recuerdos, imágenes y situaciones que nos lleva sin respiro hasta el punto final. Como una cabellera que nunca fue cortada: mechones brillantes, otros demasiado largos, graciosos o filosos. La unidad la da el personaje principal y su obsesión con el pelo, y el escritor con su obsesión con la frase.

En el medio: pelo, peluquerías, peinados, frivolidad, abortos, desamor, veteranos de guerra, pelucas, pelo y más pelo. "En el siglo XX se descubrió que lo banal es la materia de la que están hechas todas las cosas, incluso las historias. La literatura argentina aprendió eso con Manuel Puig."

El último tramo de la novela puede ser un claro ejemplo de esta afirmación. Cuenta uno de los hechos que dio inicio a la década: el destino de a la peluca que utilizó Norma Arrostito para el secuestro y asesinato de Aramburu.

(...)
"Lo tienta la época. Lo tienta la posibilidad, que las novelas suelen delegar en una serie de máquinas complicadísimas, llenas de riesgos y no necesariamente eficaces, de volver a una época que venera y que siente que no vivió, o que hubiera querido vivir de otro modo, o quizás sólo con otro corte de pelo..."
(...)

13 septiembre, 2010

Feliz día a todos los zapateros del mundo.

El cementerio de los zapatos, parte I y II

11 septiembre, 2010

11/S

A la izquierda hay otros cerros bajos
a la derecha, se extiende el campo sembrado.

Si fuera Sarmiento
vería en las rutas
las venas que transportan la sangre
contaminada por mal argentino:
su extensión.

El límite difuso de la civilización
y las retenciones.





09 septiembre, 2010