26 julio, 2007

Periodismo de anticipación

Este es un fragmento de la entrevista a Sergio Raimondi que salió publicada en Ría Revuelta 10 el sábado pasado.

A ver, por ejemplo: tras la triplicación, o más, de la producción exportadora del puerto que se dio en esta última década, no sé si habrán advertido la cantidad exagerada de accidentes que involucraron y siguen involucrando a camiones (y no sólo a los camiones en sí) en el puerto mismo y en sus accesos. Para aclarar, y lo digo rápido: no se trata de estar en contra o favor de la producción; eso es una reverenda tontería. Lo que quiero decir es que una enorme modificación, por otro lado muy celebrada, en el nivel de la producción local estuvo desvinculada de modificaciones correspondientes en el nivel de la vida cotidiana en la ciudad. Esa asimetría es un hecho y señala un estado de crisis que persiste.

En las noticias de hoy, al parecer un camionero enojado con Sergio quizo destruir el Museo del Puerto



Se desbarrancó un camión desde el puente La Niña

El vehículo quedó fuera de control mientras cruzaba el paso vial adoquinado y el chasis fue a terminar en el predio correspondiente al Museo del Puerto. El chofer, Eduardo Castiga, de Tres Lomas, salió ileso.

25 julio, 2007

Diez bolsas, diez monedas

El que lo conoce o leyó la solución, que se abstenga. El que no que inetente resolverlo. Confío en su honestidad intelectual. Si nadie responde, el miércoles que viene publicamos la solución.

Acá va un problema “sencillo” y que invita a pensar: se tienen diez bolsas numeradas (del uno al diez). Cada una de ellas contiene diez monedas de oro.

Las monedas son todas iguales en apariencia y todas tienen el mismo peso (10 gramos) salvo las de una sola bolsa. Las diez monedas de esta bolsa contiene monedas que pesan, todas, un gramo más que el resto. Es decir, las monedas de esta única bolsa pesan 11 gramos en lugar de 10.

En la habitación hay una balanza que mide el peso exacto (bueno, tan exacto como uno necesita para este problema), pero esa balanza se podrá usar una sola vez.

El problema consiste en saber qué hacer, para poder determinar en qué bolsa están las monedas que pesan diferente.

No sé si hace falta que lo escriba, pero obviamente, el problema no contiene ninguna trampa y sólo se trata de pensar con creatividad.

Como casi siempre, el atractivo particular que tiene este ejercicio es el camino que uno recorre en búsqueda de la solución. Encontrarla (o no) sólo sirve para acariciar el ego. Ah, y como siempre, esto es hacer matemática también.

Por Adrián Paenza

22 julio, 2007

Los Simpsons por Fontanarrosa

Alguien dijo que para hacer una buena película hacían falta tres cosas: un buen libro, un buen libro y un buen libro. Este creo que es el secreto de Los Simpson como lo fue, a mi juicio, el de El Chavo. Las historias de Los Simpson siempre son inteligentes, intencionadas y con el apoyo de diálogos brillantes. Con una percepción exacta de las desmesuras y exageraciones de una sociedad como la norteamericana. Admito que, si bien me encantan, no soy un fanático seguidor ni un conocedor profundo de la tira. Pero me he reído mucho con algunas entregas y eso no es fácil. El personaje que más me atrae es Homero, que, pienso, le brinda el perfil identificatorio a la serie. Porque no es un personaje malo —villanos hay muchos— sino que es un personaje muy querible dentro de su degradación y su búsqueda permanente de sacar ventajas. Es una bestia que irradia cariño por su familia y nos reivindica a todos como seres imperfectos. En cuanto al dibujo, me parece un dibujo muy efectivo dentro de su primitivismo. Es simple, eficaz y no se confunde con ningún otro. Los Simpson son una vuelta de tuerca a las historias de familias comunes, casi siempre edulcoradas y ejemplificadoras, y pienso que si han sido considerados la mejor tira animada de todos los tiempos, es absolutamente merecido.

Este es el texto sobre Los Simpson que Fontanarrosa escribió para Radar pocos días antes de morir.

19 julio, 2007

Murió Fontanarrosa

19/julio/07

Dudas

¿Betiana Gerardi no salió a declarar que ella había visto al Berni en una muestra intinerante a principio de año? ¿La muestra itinerante habrá pasado por una casa de subastas en buenos aires? mmm...

17 julio, 2007

El fantasma Benito

Apareció el Quinquela, algunos no saben en dónde meterse, otros festejan la recuperación del patrimonio cultural bahiense (!), a muchos no nos importa tanto.
Está bien, es un cuadro valioso, pero la relevancia real de todo lo ocurrido más política que cultural.
Me refiero a que, en el plano cultural, es más lamentable que por la desidia de algún funcionario Bahía se haya perdido la donación de una colección de arte importantísima (la iba a realizar la Fundación Antorchas al MAC durande la gestión de Andrés Duprat).
Es más grave que nunca haya habido un plan de fomento a la literatura serio en esta ciudad que algunos bautizaron como tierra de poetas.
Esto ya se vuelve un poco repetitivo , lo dijimos veinte veces, está buenísimo que tengamos un Quinquela, pero quienes se rasgan las vestiduras por estas cosas son los sectores más reaccionarios y poco productivos de la cultura.

Tenemos un Quinquela medio destruido, y seguimos teniendo las mismas falencias graves en políticas culturales que a nadie le importan.

Trágico domingo

El diario de ella

El domingo por la noche lo encontré raro.
Habíamos quedado en encontrarnos en un bar para tomar una copa.
Estuve toda la tarde de compras con unas amigas y pensé que era culpa mía porque llegué con un poco de retraso a mi cita, pero él no hizo ningún comentario.
La conversación no era muy animada, así que le propuse ir a un lugar más íntimo para poder charlar más tranquilamente.
Fuimos a un restaurante y él se seguía portando de forma extraña.
Estaba como ausente. Intenté que se animara y empecé a pensar si sería por culpa mía o por cualquier otra cosa.
Le pregunté y me dijo que no tenía que ver conmigo.
Pero no me quedé muy convencida.
En el camino para casa, en el coche, le dije que lo quería mucho y él se limitó a pasarme el brazo por los hombros, sin contestarme.
No sé cómo explicar su actitud, porque no me dijo que él también me quería, no dijo nada y yo estaba cada vez más preocupada.
Llegamos por fin a casa y en ese momento pensé que quería dejarme.
Por eso intenté hacerle hablar, pero encendió la tele y se puso a mirarla con aire distante, como haciéndome ver que todo había terminado entre nosotros.
Por fin desistí y le dije que me iba a la cama.
Más o menos diez minutos más tarde, él vino también y, para mi sorpresa, correspondió a mis caricias e hicimos el amor.
Pero seguía teniendo un aire distraído.
Después quise afrontar la situación, hablar cuanto antes, pero se quedó dormido.
Empecé a llorar y lloré hasta quedarme adormecida.
Ya no sé qué hacer.
Estoy casi segura de que sus pensamientos están con otra.
Mi vida es un auténtico desastre.

El diario de él

Hoy perdimos en la Copa America con Brasil 3 a 0...
Al menos me eché un polvo ...

14 julio, 2007

Elemental mi querido Watson

El crimen de María Marta García Belsunce es visto por el escritor Vicente Battista en clave policial.


–Desde la literatura usted ha analizado este caso. ¿Sigue viéndolo igual tras el juicio oral?

–Esta trama familiar aglutina el policial enigma inglés y el policial negro norteamericano. El enigma porque tiene todos los elementos: el crimen sucede en un cuarto cerrado. En este caso no sólo cerrado porque era en la casa, sino porque era un country, un lugar cerrado, de privilegio. La víctima era una señora de la sociedad. El robo no es el móvil del crimen. En las novelas de enigma clásicas quedaba un poco mal que alguien matara para robar. O se mataba por una suma suculenta, o por venganza, o por un motivo pasional. En esas novelas no había jueces corruptos, ni abogados tránsfugas. Una vez que Sherlock Holmes –el personaje de Sir Arthur Conan Doyle– o Hércules Poirot –el detective de las novelas de Agatha Christie– decían “éste es el asesino”, no pasaba nada más. O sea, en esa escena antológica en el living de una casona, frente a una chimenea, el que era descubierto no se resistía para nada. Y la gente se quedaba tranquila porque se creía que los jueces eran gente proba, al menos en la literatura.

–Ese es el punto en el que en este caso se pasa de la trama de enigma a la de la novela negra.

–Con esto, apenas pasada la instancia del misterio no resuelto, se entra en un registro de novela negra. Como bien dijo Raymond Chandler, (Dashiel) Hammett saca el jarrón veneciano de la sala y lo mete al barro. Con estos autores tenemos un detective privado que no es corrupto, pero el resto del mundo está manchado por su propia sangre. La violencia del crimen de María Marta es parte de la novela negra, y el sitio cerrado en el que sucede es de la novela de enigma. Pero al fin y al cabo lo único real que tenemos es un cadáver, lo único que sabemos en realidad es que hubo un intento de ocultar el modo en que murió ese cadáver, de ocultar el crimen, en definitiva. Eso no me lo quita nadie de la cabeza. Esta gente, esta familia, no sólo Carrascosa, sino toda esta corporación familiar, estaban ocultando el crimen.

Entrevista página 12 acá

09 julio, 2007

Les hago una consulta

Federico Weyland pretende darle efectividad a un concejo consultor del cual participen artistas y gestores de todas las áreas. Este organismo y su funcionamiento aparece detallado en el decreto que creo al Instituto Cultural, pero hasta ahora no habíamos tenido noticias de él.

Ahora bien, Weyland se enfrenta a un gran problema porque, no sólo los artistas y gestores están divididos y enemistados, sino que no todos están representados o nucleados en asociaciones que sean representativas. El concejo no permite infinitos integrantes, entonces:

¿A quién debe darle el Instituto entidad para representar a su gremio?

En cada caso (escritores, plásticos, actores, músicos...) es diferente.
Escucho ofertas:

Otro Link

entrevista a Daniel Link

¿Le interesa la poesía? ¿Y cómo observa el panorama de la creación y difusión poética en la argentina?

Por supuesto. Soy un pésimo poeta, pero no dejo de intentarlo. Los poetas son, entre otras cosas, excelentes organizadores de su propia ecología (recitales, editoriales, etc…), y saben, por otro lado, que no pueden sostener ninguna ilusión de éxito comercial, lo que los vuelve, al mismo tiempo, heroicos y salvajes. Los admiro mucho.

07 julio, 2007

De terror

Stephen King presenta las 10 mejores adapciones de sus novelas al cine, según él claro. Entrevista y nota completa acá

1. Milagros inesperados
(The Green Mile, Frank Darabont, 1999.)

Alternativamente oscura y divertidísima, cargada de argumento y emoción. Rara vez las películas son tan buenas como los libros. Esta lo es.

2. Cuenta conmigo
(Stand by Me, Rob Reiner, 1986.)

Adaptado de una novela corta incluida en una colección mía llamada Different Seasons (del mismo libro del que salió Shawshank Redemption, en caso de que quieran buscarlo: son maravillosos regalos de Navidad). Creo que es la mejor película de Rob Reiner, la que más profundamente ha sentido, y cada vez que la vuelvo a ver me enojo con River Phoenix por haberse matado con drogas. Me gusta porque, cuando la veo, me siento igual que cuando la estaba escribiendo. En una palabra: bien.

3. La tormenta del siglo
(Storm of the Century, Craig R. Baxley, 1999.)

Sí, lo sé, fue hecha para la televisión... y la escribí yo mismo. Pero tiene esa densidad novelística, y capas de personajes sobre personajes. Además, Colm Feore aniquiló por completo el papel de Andre Linoge, el tipo malo que lo sabe y —eventualmente— lo dice todo.

4. Sueño de libertad
(The Shawshank Redemption, Frank Darabont, 1994.)

Nada estaba mal excepto el título, y eso era culpa mía. Frank Darabont tiene la especialización más pequeña del mundo: películas carcelarias de Stephen King. Si eso fuera realmente verdad, y si todas salieran tan bien como Milagros... y Sueño..., probablemente me dedicaría a las novelas carcelarias de ahora en más (mientras escribiera algunas nuevas, Frank podría dirigir episodios de la serie Oz). No salí llorando a moco tendido al final de Sueño de libertad, pero sí se me empañaron un poco los ojos.

5. Cujo
(Lewis Teague, 1983.)

Gran fotografía de Jan De Bont antes de decidirse a ser un autor; una actuación digna de un Oscar de Dee Wallace. Nada enrevesado por acá; al igual que Cementerio de animales, se trata tan sólo de una de miedo lineal y directa (y las actuaciones eran quizás un poco mejores que las de Cementerio...).

6. Misery
(Rob Reiner, 1990.)

El mejor guión escrito por William Goldman desde Butch Cassidy y Sundance Kid, y una actuación tremenda de Kathy Bates. Si tiene algún punto flojo, es que la película nunca termina de explicar la salvación del escritor Paul Sheldon: su imaginación. Le eché un vistazo al guión original de Goldman, que les hubiera permitido a los espectadores explorar la mente del escritor. Si hubieran filmado ése, James Caan también podría haber ganado una pequeña estatuita dorada.

7. Apocalipsis
(The Stand, Mick Garris, 1994.)

Gary Sinise estaba perfecto como Stu Redman, el hombre medio norteamericano: “Del campo no significa tonto”, les dice a los militares que lo están arrestando, y uno le cree que él cree en lo que está diciendo. Ruby Dee estaba genial como Madre Abigail, y también Jamey Sheridan como Randall Flagg.

8. Eclipse total
(Dolores Claiborne, Taylor Hackford, 1995.)

Kathy Bates está soberbia una vez más, pero lo que me encantó de ésta fue la dirección de Hackford. Uno tiene que ver la película dos veces (y verla en un cine) para apreciar en toda su dimensión su uso de la luz y el color. En el presente, el mundo de Dolores es gris y apagado. Sus recuerdos del pasado, no obstante, son brillantes y gloriosos. Creo que ésa es la manera en la que funciona la memoria, especialmente cuando envejecemos.

9. Christine
(John Carpenter, 1983.)

Se pone mejor cada vez que la veo: más graciosa y aterradora. Y tiene una banda de sonido mortal.

10. Cementerio de animales
(Pet Sematary, Mary Lambert, 1989.)

La escribí yo y los críticos la odiaron. Cementerio de animales trata acerca de hacerse cargo de los negocios, y el negocio es asustar al espectador.

Extra

Mención de honor para Los ojos del gato (Cat’s Eye, Lewis Teague, 1985), protagonizada por Drew Barrymore como la pequeña y encantadora niña, y Alan King como el mafioso que dirige la clínica para dejar de fumar. El primer corte de la película empezaba con Patti LuPone persiguiendo a un gato por su casa con una ametralladora. Era maravilloso, totalmente exagerado, un momento arquetípico de Stephen King si alguna vez existió tal cosa. Alan Ladd Jr., el productor, insistió en cortar la escena. Qué aguafiestas.

05 julio, 2007

Poesía & política / poemas

Estos son los poemas de poesía & política, más abajo, el textito

INTERNACIONAL, LA

No, “peones del mundo uníos” no
da, no dió. Difícil imaginar el grito
sino solitario y en medio del trigal
la charla estratégica para planear
la revuelta entre cinco paisanos
bajo la noche vacía y más extensa
con la antorcha libertaria mutada
en fogata para achuras y chorizos
y el relato en torno a la luz mala
poco menos natural que el patrón.
Imposible la Internacional vuelta
milonguera y la llegada clandestina
a qué buzón de qué tranquera
de la propaganda más disolvente
con el rebelde leyendo ¿Qué hacer?
ahí bajo el ombú y los platrones
rumiantes alrededor. Cuanto
más para la cosecha advenedizos
o directamente crotos anarquistas
en cualquier poblado de la Pampa
dispuestos a desajustar en silencio
- mientras se ven entre eucaliptus
los faros de la furgoneta policial –
tuercas y tornillos de la Jhon Deere.
Pero la cosecha ya se terminó.
A la hora de roturar, de dar vuelta
todo, otra vez solo ocho, diez.

(Sergio Raimondi, Inédito)


La gallina en su cama de paja
empolla un huevo en una caja
la tierra para quién la trabaja

(Martín Gambarotta, Seudo, Vox, Bahía Blanca, 2000)



¿Soy el poeta de la Revolución?....

¿Soy el poeta de la revolución
acaso, cómo dice
por ahí – bromeando –
un compañero de cárcel? No. El poeta
de la Revolución es el Pueblo; pero el
pueblo concreto, de persona a
persona; el Viejo Ponce que
ayer cumplió años y casi
le revienta el coraxón de alegría
cuando le cantaron La Marchita
Revolucionaria del Pueblo. La cantaron
como si fuera el Happy Birthday, y se fumó
un habano legítimo, regalado
por Fidel al Chicho, y por éste a
un amigo, y del amigo a mí y de mí al Viejo
Ponce, por la Gracia Divina. Ponce,
el viejo gladiador peronista,
es el poeta de la revolución.

(Paco Urondo, “Cuentos de Batalla Obra poética, Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2006)

Oda al ruiseñor

III

Esfúamte lejos, disuélvete y casi olvídate
que tú entre las hojas nunca has conocido
el hastío, la fiebre, las quejas
aquí, donde los hombres se sientan y se escuchan gruñir unos a otros
donde el fervor agita a unos pocos tristes, los últimos cabellos grises,
dónde la juventud se vuelve pálida, con delgadez espectral y perece,
donde pensar es estar lleno de dolor
y los párpados de plomo desesperarse,
donde la Belleza no puede mantener sus ojos lujuriosos
o el nuevo amor mirarlos más allá del mañana....

John Keats.

poesía & política

El carácter político de la poesía es de naturaleza lingüística, pues trabaja contra una retórica del consenso que no deja, por eso mismo, de transmitir una experiencia al público. Allí dónde el acuerdo comunal ancla en el discurso, allí donde se instala un significado cristalizado, el discurso poético corroe lo que se establece como cierto.

Carlos Batillana, “Poesía política y subjetividad”, Cuadernos del Sur, EdiUns, Bahíanca2004.

¿Qué nos dice la cita anterior?

La poesía no se relaciona con la política plegándose a los grandes discursos (de izquierda a derecha) sino que en la acción de corroerlos, problematizarlos, renovarlos marca su grado de acción política.

En ese sentido presentamos el poema de Gambarotta que de alguna manera interviene una expresión consagrada del lenguaje político popular, para preguntarse (desencaje violento, o humorístico de por medio) por su validez o persistencia.

En el mismo orden el poema de Raimondi (parte de un diccionario que pretende resignificar la lengua) problematiza la aplicación de un modelo (con su respectivo discurso) en coyunturas disímiles.

El poema de Urondo aparece como representante de la poesía de los ’60 –’70 y quizá sea el poema que más se mimetice con el discurso político (combativo) de su época, signada por el clima optimista de renovación que traían las políticas de izquierda.

Para complicar más este panorama, traemos a Shelley un exponente por excelencia del romanticismo inglés. Aunque el ideario que pervive del romanticismo presente a este movimiento como evasivo y florido, no hay que dejar de lado que sus primeros gestos estuvieron cargados de una actitud combativa frente a la incipiente sociedad industrializada del siglo XVIII.

Con todo esto queremos apenas dar una muestra de esta relación, presentándola como un complejo de actitudes frente al lenguaje que no se resuelve en una mera transposición de discursos.

La tierra de Wey (wey land)

Cecilia Miconi es la "nueva" responsable de los museos de arte Contemporáneo y Bellas Artes.
Se venía hablando en los últimos días y así fue. No conozco los pormenores de su gestión anterior, pero me cae bien que se haya ido por no querer traer a (fantasma farandulero) Pérez Celis.

Ayer estuvimos charlando con Federico Weyland y el saldo fue muy positivo. Nos encontramos con una persona que conoce muy bien la gestión pública y propone una gestión cultural participativa, donde las distintas voces de la cultura sean escuchadas y tenidas en cuenta. Nos pareció alguien que simplifica las cosas y tiene el respaldo suficiente como para tomar decisiones.
No se vislumbran cambios bruscos ni profundos, aunque sea hasta que pasen las elecciones.
Pero si la voluntad de encaminar temas como: la revalorización del patrimonio, la descentralización de las manifestaciones culturales, el inicio de una política cultural para la producción literaria.

Veremos como funciona.

03 julio, 2007

altas en el cielo


Las gloriosas, las únicas, mis bondiolas.


Este es el primer reporte sobre las bondiolas caseras que el sábado pasado colgué en el garaje de la casa de la abuela de mi novia.


Para hacer una bondiola casera hay que: primero ir a una carnicería buena y comprar una bondiola de cerdo (en lo posible pequeña y de una sola pieza, va a ser más tierna).
Después atás a tu bondiola cual matambre para lograr que tome forma tubular. La ponés en una fuente de acero inoxidable donde entre estirada sobre una base de sal gruesa y la cubrís con más sal gruesa. Después, a la heladera 7 días.
Es recomendable cada dos o tres días ir moviéndola y sacando el agua que larga.
Pasada la semana, sacás la carne ya cocida, la sacudís bien y la sumergís en un recipiente con agua, que la cubra por completo durante 6 horas. Después la secás y la dejás 12 horas en un lugar donde corra el aire para que se oree.
Y por fin llegó el momento, cuando terminó el secado preparás un mejunje con aceite de oliva y muchos condimentos (puede ser tocino de cerdo en vez de aceite y se usa frecuentemente pimienta negra y ají molido), embadurnás bien la bondiola y la envolvés en papel manteca, atándola bien fuerte con hilo choricero.

Hay que colgarla en un lugar fresco (por eso recomendable hacerla en invierno) donde corra el aire.

Y 45 días después: la gloria, descolgarla y comer sin convidarle a nadie.

"No soy político"

Esa es la razón. Guillermo David, quien no habló con la prensa desde su renuncia, deslizó algunos comentarios sobre su situación que se vieron reflejados en un blog.
Las definiciones son escuetas pero ciertas, dice que tocó intereses "pesados", lo cual es cierto, y que le falto astucia política, lo cual también es verdad.

Cuando se intenta encarnar cambios profundos que implican dejar afuera a gente jodida, hay que guardarse un poco. David se puso en la primera fila del combate, con un cuchillo entre los dientes y le respondieron con artillería pesada.