Acá va un problema “sencillo” y que invita a pensar: se tienen diez bolsas numeradas (del uno al diez). Cada una de ellas contiene diez monedas de oro.
Las monedas son todas iguales en apariencia y todas tienen el mismo peso (10 gramos) salvo las de una sola bolsa. Las diez monedas de esta bolsa contiene monedas que pesan, todas, un gramo más que el resto. Es decir, las monedas de esta única bolsa pesan 11 gramos en lugar de 10.
En la habitación hay una balanza que mide el peso exacto (bueno, tan exacto como uno necesita para este problema), pero esa balanza se podrá usar una sola vez.
El problema consiste en saber qué hacer, para poder determinar en qué bolsa están las monedas que pesan diferente.
No sé si hace falta que lo escriba, pero obviamente, el problema no contiene ninguna trampa y sólo se trata de pensar con creatividad.
Como casi siempre, el atractivo particular que tiene este ejercicio es el camino que uno recorre en búsqueda de la solución. Encontrarla (o no) sólo sirve para acariciar el ego. Ah, y como siempre, esto es hacer matemática también.
Por Adrián Paenza
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