07 diciembre, 2008

Yo tengo fe

No hay nada más decepcionante que conocer a alguien que admirás. Darte cuenta de que esa persona en la que depositás tus deseos, es un simple mortal. Rímini y Sofía, los protagonistas de la novela El Pasado de Alan Pauls, de alguna manera cumplen esa función. Son un mito. La personificación del amor verdadero. La prueba de que es posible encontrar la otra mitad. Son novios desde la adolescencia, crecieron juntos, viven juntos y se insertaron en la sociedad como una unidad, no hay forma de pensarlos separados. Son una religión, pueden dar fe a cualquiera que descrea del amor.


Pero un día, después de doce años, deciden separarse. Volver a ser personas normales. Dejar de ser ídolos. Esa decisión hace que el mundo a su alrededor cambie. Que la fe se convierta en desamparo. Que el amor sea una tortura. Que el pasado sea un ancla encallada en el medio del mar, o simplemente unas fotos olvidadas.

Ahí empieza la novela. Buena suerte.

2 comentarios:

Jimmy Chaban dijo...

Que maravilloso! Hermosa reseña. El libro lo tengo acá en casa pero no se si me da el cuero para leerlo. Una vez lo empecé pero fue demasiado.
Soy yo o se está armando un pin-pong sobre el amor en la literatura.

q viva el amor, amigos!

Matías dijo...

Aunque esté mal, en algunas partes del texto me sentí identificado.

Lo que está pasando actualmente es que hay un resurgimiento de la literatura autobiográfica. Tanto con la forma de autobiografía de tipos jóvenes, o como en esta novela y un par más, en forma de novela arraigada fuertemente en la biografía del autor. En los tres casos que conozco el amor es tema central.