05 septiembre, 2008

Enterrando la batata


Bersuit llegó a Bahía esta mañana, un día antes del show en Estudiantes. La idea era hacer lo mismo que vienen haciendo en todas las ciudades que visitan. Caer de sorpresa en una escuela, tocar un par de temas, hablar un poco sobre la consciencia del cuidado del mundo y plantar unos árboles.
Hasta ahí todo perfecto. Pero seguramente no esperaban encontrarse en el camino a la demente de la directora de la Escuela Media Nº 5. Pocas veces he visto un espectáculo tan patético.

El lugar elegido era muy chiquito. Los primeros que llegaron ocuparon las sillas, pero cuando se llenó, las profesoras pidieron que saquen todas las sillas y se sienten en el suelo. Ahí empezó el show. Al mejor estilo de la empleada pública de Gasalla, la directora empezó a los gritos pelados: ¡Atrás! ¡Atrás!, ¡Amontónense!, ¡si en el recreo andan todos amontonados! ¡Amontónense más!, ¿Qué, no es verdad lo que digo! Si en el recreo están siempre así (gestos extraños -muy extraños-). Y eso no es todo. En la primera fila estaban sentados los nenes de primaria, la señora (flaca, alta, teñida, muy maquillada) después de hacer su actuación inclinó su torso con las manos en la cintura y le empezó a gritar a una nena: ¡Andá para atrás! !!¿No entendés?, para atrás!! (gesto de querer pegarle una patada con sus zapatos de taco). Una desquiciada.

Pero ahí no termina la historia. Vino el hombre a dar la charla sobre ecología, la tuvo que alargar un poco, pero antes de terminar aclaró: Chicos, quédense en sus lugares, si se abalanzan todos, esto va a ser cortito, sino va a durar más. Yo imaginé que no iba a haber ningún problema, la directora iba a poner orden, para que todo salga bien... pero no, eso no pasó. La directora quería acción. Se desabrochó la camperita de lana y se abalanzó contra el pelado. Suena mal pero fue así, quería una foto. Mis amores les decía a los pobres músicos. Los chicos siguiendo el ejemplo de la que hace un rato gritaba como una marmota, prácticamente los rodearon apuntándolos con sus celulares. Mientras la directora repartía codazos para no perder su lugar de privilegio. Lamentable.


Tocaron Qué pasó y cerraron con una improvisación que decía algo así:

Bahía, Bahía
Bahía, Bahía,
te dicen blanca pero te veo negra

no se si salir a plantar un árbol
o a enterrarme

no se si salir a plantar un árbol
o a enterrar la batata.

Después de una breve charla, los músicos huyeron perseguidos por una horda de adolescentes que le tocaban la pelada, el culo, le pedían fotos... se metieron en la combi y chau. Que los árbolitos los plante la directora.
Hacer clic sobre la foto para verla bien

1 comentario:

juligrecco dijo...

qué horror por dios!!!!!!!!!!!
eso no quiero
eso no quiero
contra eso