23 noviembre, 2008

Vómito y pesca

En el primer vómito se expulsa todo lo que comiste desde que te levantaste a las seis de la mañana con el sueño de pescar un tiburón, hasta que te embarcaste, a eso de las nueve, en una lancha grande sensible a los movimientos del mar: té con limón y vainillas.

Cuando uno entra en el mar en una embarcación endeble, que sufre mucho los golpes del agua, dicen que hay que tomar una pastillita que se les receta a los que sufren de vértigo. ¿Para qué? Básicamente para no sufrir ataques de vómitos cada quince minutos y una extraña sensación de resaca fatal producida por el continuo movimiento del suelo y de todo lo que te rodea.

Obviamente, yo no tomé la pastillita.

El segundo vómito está constituido por la baba acumulada y algún resto de comida que se resistió a salir en el anterior. A partir de ese momento, todo es sufrimiento. Los ataques de vómitos son intensos, pero no hay nada en el estómago. Se te endurece la panza, las arcadas nacen de lo más profundo y sólo hay baba blanca y pegajosa.

Sentís que vas a vomitar el estómago. Que se te va a salir por la boca, como un bolsillo dado vuelta. Entonces no queda otra. Entre vómito y vómito tomás algo, para después vomitarlo.


A 6.000 metros de la costa, con la lancha anclada al fondo, en un sube y baja que va a durar aproximadamente seis horas, te sentís como Gregorio Samsa, ese día que se despertó agitado.

5 comentarios:

Oso de Almafuerte dijo...

Siempre hay una primera vez. Y no siempre son agradables. Ya volveremos por más pescados.

Matías dijo...

No todo fue vómito, también hubo pesca. pero esa parte se la dejo para que la cuente usted.

nube. dijo...

jeje genial...me hiciste acordar a algunas tardes en el tigre...de esos programas q son imperdibles, pero sufribles como pocos!!

jeje

Jimmy Chaban dijo...

jajaja! la foto. jaja... la cara de culo que tenes.
vos me haces cagar de risa.

Matías dijo...

Nube: una vez estuve navegando en el tigre. Pero era en Pehuen Co, mar abierto, mucho viento, olas que golpeaban la fibra de vidrio... el resto ya lo conté.

Jimmy Chaban: para la próxima pesca está absolutamente invitado.