08 octubre, 2009

El eterno retorno

Otro buen momento para escuchar In Rainbows de Radiohead -con auriculares- es manejando en la ruta de noche. Las luces bajas contra el asfalto, el campo que se vuelve sombra, el reflejo medio anaranjado de las luces. Como estar persiguiendo al tipo del video de Karma Police.


La ruta que va a Tornquist es divertida. Subidas, bajadas, curvas y contracurvas. Al costado el campo verde. Las vacas pastando en la verde gramilla. La siembra verde dólar. Pero lo lindo es cuando oscurece: el momento ideal para andar en la ruta escuchando Weird fishes Arpeggi.




Como dije aquella vez: es como nadar de noche. El problema es que si estás sumergido en las guitarras de Radiohead, pasás Tornquist, pasás la entrada a Sierra de la Ventana -a donde se supone que tenías que doblar- y nada importa, porque estás respirando bajo el agua. Llegás a Saavedra.

-¿Qué raro, Sierra no está en Tornquist? -preguntás.

Bajás a la banquina, y volvés.

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