Sàbado 21:45. Llegué al Hostel Bahía Blanca, estuve unos minutos esperando unos amigos mientras la banda ya sonaba. En la vereda una cinta roja conducía a la entrada donde en papel madera se emplazaba una e gigante. Entramos. El espacio estaba lleno, en una pared proyecciones con fotos que daban cuenta de la banda en distintos momentos en otra, afiches y dibujos de distintas presentaciones.
Luces difusas y gente encendida. El microclima era muy particular. Primero me tuve que conformar con pararme en la última fila; después impaciente, avancé. Y ahí estaban, los chicos de E doña con una puesta en escena increíble: vestidos con cortinas de baño (rojas y naranjas) y vendajes con cinta de papel y papel higiénico. Esa extrañeza (o no tanta para los muchísimos conocidos que allí tenían) es justamente su cualidad más distintiva. No es solo música, es a su vez imagen y lenguaje corporal: rotaciones constantes con los instrumentos, baile, saltos, y gargantas que cuando cantan juntas parecen que van a romperse. Eso los corre de cualquier lugar común , justamente cuando muchísimas bandas parecen salir del mismo molde que supone aspiraciones mas o menos estúpidas, de Rockstar.
En cuanto a las canciones - festejadas por todos - estuvieron casi impecables. Sus temas compuestos con una mezcla de ritmos que van desde la cumbia hasta el folklore, pasando por el rock e incluso el "punchi" estuvieron fantásticos. El manejo que hacen de las "intensidades" en una misma canción y en el conjunto de las mismas (quiero decir en la selección y el orden) da cuenta de un gran trabajo. "El arma", Calavera Machine", "Punchi" (se llama así?!) fueron momentos de climax, con niveles de pogo y baile impresionantes. Solo menciono que el sonido por momentos parecía empantanarse quitando cierta prolijidad al recital, pero en definitiva un detalle menor y acaso desapercibido.
En fin. Supongo que nos merecemos una buena banda en la ciudad, y esa es E doña sin dudas. Música que sale (y me pongo reiterativo) del lugar común de la música (no por nada su último disco valía 1 $, para que como me dijeron "te salga más barato comprarlo que grabarlo") y propone una bocanada de disfrute y de disloque: para el oído, el ojo... para el cuerpo.
Brindo por que la experiencia E doña se repita, aunque a muchos les quedó la sensación de cosa irrepetible. Pero quién sabe, en cualquier momento pueden aparecer con más canciones para mirar.
Leandro B.
1 comentario:
Santiago Fridatos pidio que cuente que la idea de hacer un cd y venderlo por un peso viene de una banda de buenos aires, que se llama La esponjosa. si, buena idea!!
abraz
Lucía
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