Salía vapor de las alcantarillas. El sobretodo gris hacía juego con los adoquines, no había autos esa noche y su sombra giraba en sus pies. En su cabeza había una trama tan compleja, inacabada. Se paró en una esquina y con la mirada clavada en línea recta soltó el humo del pucho que acababa de prender, no había crimen, estaba fuera de su alcance, aunque lo intentara toda la noche no había crimen que resolver.
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