01 febrero, 2009

Nobleza obliga

Pensé que nunca iba a contar esto, pero nobleza obliga.
Había pasado el verano y seguía de novio con Natalia. Tenía 15 años. De muy chico mi madre me había llevado al taller literario de Mirta Colángelo, pero desde entonces no me interesó más la literatura. Lo único que leía eran las letras de La Renga y de Los Caballeros de la Quema. Por alguna misteriosa razón, por esos días me entusiasmé con un libro de poemas de Mario Benedetti que andaba dando vueltas en mi casa. Esa chorrera de amor cotidiano me hizo pensar que tenía que escribirle un poema a Natalia. Como me daba vergüenza, medio a escondidas, me senté con una lapicera azul y una hoja blanca a invent
ar metáforas geniales.
No se me ocurrió ninguna.
Sin el menor remordimiento, busqué el librito del disco La paciencia de la araña de Los Caballeros y empecé a copiar las frases que podían llegar a servir. De casi todas las canciones saqué algo. Una vez consumado el robo, reordené el material, le di un nuevo sentido (muy cursi), lo pasé en limpio y le regalé mi primera poesía de amor a Nati. Hay una copia de eso guardada bajo siete llaves que nunca verá la luz.

Hace un par de semanas en Mar del Plata fuimos a ver a Iván Noble en Abbey Road. Solo, con la guitarra y un vino, cantó temas de sus discos solistas y algunos del último de Caballeros Fulanos de Nadie. Un buen show, sentados tomando un trago, recordando viejos y nuevos tiempos.

La semana pasada semana se me presentó la oportunidad de entrevistarlo. Charlar casi media hora por teléfono con un tipo que tenía la mejor onda y al que en mi adolescencia le había pedido prestado algún que otro verso. La nota salió publicada el viernes en LNP, es medio larga así que pego una parte. Si querés leerla completa hacé clic acá.



El rockero que quiere ser escritor
y mientras tanto
anda cantando bajito


Al ex líder de Los Caballeros de la Quema le encantaría hacer letras como las de Homero Manzi y escuchar más canciones hermosas en el rock nacional de hoy. Por ahora desenchufa la guitarra y toca despacito para que no se despierte su hijo Benito.


Iván Noble es un tipo reposado que en sus años chiflados supo salir a "desnucar a los duendes de la noche" y ahora, tirado en un sillón, con una guitarra, un vino y algún libro dando vueltas por ahí, hace canciones.
Después de liderar a Los Caballeros de la Quema, el disco Intemperie (su último trabajo, editado en 2007) significó un giro importante en su carrera solista. Fue un cambio de rumbo. Canciones atildadas, sonidos claros, un poco de nostalgia y un hijo recién bienvenido llegaron para borronear al rockero de pelo largo y voz quebradiza.
Dos años después, el disco ya recorrió todo el país y tuvo un cierre a pleno en el Gran Rex. Mientras prepara un nuevo CD-DVD que se va a grabar en vivo en marzo, a Noble se lo escucha hablar de música, de sus influencias, de sus búsquedas, de Charly, de poesía...

-¿Hiciste un disco para cantarlo bajito, así tu hijo Benito no se despertaba?

-Sí, un poco tiene ese espíritu. Yo estaba en esa frecuencia, era un señor que se tiraba en un sillón a tocar la guitarra bajito para no despertar a su hijo. Con ese sonido y con ese ánimo de que nada sea demasiado ruidoso y de que nada sea demasiado prepotente hice esas canciones.
"Es un disco que hice con un poquito de desconfianza de lo que le iba a pasar a la gente. Pensé que al ser más tranquilas y casi acústicas, al principio iban a quedarse un poco solas. Y pasó todo lo contrario: a los que venían escuchando se sumó gente nueva. El balance es buenísimo."

-La contundencia en tus canciones también pasa por la poesía, por las letras. ¿Leés poesía?

-Bastante. Incluso leo mucho en el momento en que tengo que escribir canciones. No para robar literalmente, pero sí para meterme en ese clima. Tengo mis favoritos, que son Nicanor Parra, Viel Temperley, Gelman obviamente, Brecht, Eliot, Octavio Paz. Siempre tengo los libros desparramados por la casa y los leo esporádicamente.

-¿Escribís literatura más allá de las canciones?

- Tengo cosas escritas. Pero la verdad es que soy un poco impiadoso. Nunca las muestro; nunca termino de corregirlas y cuando las corrijo, cada vez me gustan menos. El oficio de escribir canciones lo conozco mucho más y me tengo más fe. Lo otro... algún día me gustaría dedicarme por completo a eso, pero creo que me falta un tiempo. Me encantaría ser escritor. El tiempo dirá.

-¿Cómo te llevás con la poesía del tango?

-Yo escucho mucho tango. Los poetas del tango son tremendos. Inigualables, para mí. Homero Manzi, Cátulo Castillo, Alfredo Le Pera: todos esos tipos son muy difíciles de empardar. Ojalá algún día escriba canciones que 50 años después conserven su estatura.
"Eran tipos que conjugaban perfectamente la cosa ilustrada con esa sabiduría de madrugada, de calle, del bar. Me parece que el rock es lo que fue dejando de lado, porque en pos de 'la calle' perdió de vista lo otro.
"Desconfío de los tipos que escriben sólo para los biempensantes o para la gente muy ilustrada. Pero también descreo del populismo literario; descreo que una canción de rock tenga que ser lo que está siendo últimamente."


-¿Te gustan Los Caballeros de la Quema?

-Hace mucho que no los escucho... Pero me parece que desde nuestras limitaciones había una búsqueda. Hay un puñado de canciones que no están nada mal. No pienso que le arrimen el bochín a Alicia en el país de las maravillas o Desarma y sangra o Giros , no creo, pero tampoco es fácil hacerlas. Igualmente, me parece que estaba la intención de ser más vecinos de esas canciones que de otras.

Leer entrevista completa

2 comentarios:

AEZ dijo...

¿Y le comentaste a Noble que de pendejo habías choreado y reinterpretado sus líneas? Nobleza obligaba, eh. Por las dudas, ahora se lo digo.

La entrevista estuvo muy bien y te ganaste la firma. Tenés que hacer más cosas para ganarte otras, pero.

Matías dijo...

Jaja, contale. A mi no me dio la cara. Cuando terminó la entrevista le iba decir pero no me dio. por eso me descargué en el blog.