22 agosto, 2009

El simulacro y el lenguaje de Estado (II)


Hace un tiempo se dio un encendido debate en el blog La Lectora Provisoria. Participaron muchos actores pero me quedo con las intervenciones del poeta Martín Rodríguez, que enhebró una teorización muy interesante sobre la relación del Estado con la memoria y los organismos de derechos humanos.

Rodríguez plantea que la década kirchnerista fue el escenario para que los DDHH se incorporaran definitivamente al Estado. Que dejaran de ser una esfera inmaculada que acumulaba discursos por fuera, para meter los pies en el barro.

Dice Rodríguez: "El pañuelo ya se manchó, ya descendió a la realidad política. Por suerte el pañuelo se manchó del barro y del aceite del Estado, de la vida, de la gente. Como dice Rubio: ¿era mejor que permanecieran los DDHH como un documental sensib
le de lo imposible?"

Pero también plantea que ese ingreso a la realidad política produce un obvio desgaste.
Ahora agrego yo que, ese desgaste se da cuando los discursos se alejan de la realidad, pierden su anclaje con los hechos y se usan para justificar TODO acto de gobierno. En el posteo anterior que lleva el mismo título planteaba que es imposible pensar un divorcio entre los dichos y los hechos, decir es hacer. Pero también se puede hacer mal, vaciando los hechos con un mal discurso por cadena nacional:


El jueves por la noche, al presentar el acuerdo alcanzado con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), la Presidenta dijo: "No es posible que solamente el que pueda pagar pueda mirar un partido de fútbol, que además le secuestren los goles hasta el domingo, aunque pagues igual, como te secuestran la palabra o te secuestran las imágenes, como antes secuestraron y desaparecieron 30.000 argentinos". (lanacion.com)


Ojo, no critico los cambios en el fútbol. Eso de que "con el hambre que hay se pone plata en el fútbol", por ahora es una falacia, porque no se conoce como será la estructura del negocio que se está armando. El gobierno dice que la plata va a salir de la venta a otros canales de aire y de la pauta oficial. Esto seguramente va a ser auditado (con una lupa gigante) por los medios que quedaron afuera y por la oposición. En ese momento nos enteraremos si se cumple o no lo prometido.


Lo que me parece totalmente desacertado es que en medio de una discusión sobre los medios de comunicación en el 2009 -cuando ya cambiaron los medios, cambió la sociedad, cambió el Estado -se utilice un discurso que neutraliza la dimensión real de lo que se está consiguiendo.

3 comentarios:

AEZ dijo...

Ya dije que estoy preocupado, porque coincido con tu eje...

Matías dijo...

¿también debería preocuparme?

AEZ dijo...

Sí, pero no por eso. POR TODO LO DEMÁS.