El Fuego
Se hizo la noche, para recorrer el camino cada viajante encendía una antorcha como guía. Por las noches ellos eran el camino. Shei podía ver en la oscuridad, sobrevolaba a los peregrinos como un ánima nocturna. Hasta que un hombre que debajo de su túnica parecía llevar por rostro una sombra, la detuvo en vuelo y le dijo:
- Ave de oscuro resplandor déjame guiar tu vuelo, el príncipe Jantan quiso atraparme con sus Dragones Zeis. Construyamos el camino de los desterrados, que nos conduzca a la inmortalidad.
La lechuza se paró en su hombro y con un graznido muy agudo apagó el fuego de todas las antorchas. Era la reina, de un reino sin mundo. Siguieron adelante hacia la isla Chili Yi.
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