08 septiembre, 2009

Al final del arco iris

Si te vas a tomar el trabajo de leer este post, te recomiendo que pongas play. Creo que este texto no puede leerse sin música. El tema es Videotape del último disco de Radiohead.



La primera vez que viajé solo en colectivo fue una experiencia traumática. Tenía 10 años. Iba a natación al club Olimpo y vivía en el barrio Noroeste. En invierno salía de noche, me tomaba la 505 y me bajaba en Charlone una cuadra pasando Don Bosco. Practiqué un par de veces con mi papá y todo salió bien. Pero la primera vez que lo hice solo me perdí. Me bajé una cuadra antes, quise correr el colectivo, me tropecé y me hice un corte en la rodilla del que conservo cicatriz. Unos adolescentes que pasaban por ahí me llevaron a mi casa. Fin.

La duración exacta del último disco de Radiohead In Rainbows es 42 minutos y 40 segundos. Esa fue la duración exacta de mi último viaje en colectivo, del centro al barrio Pedro Pico.

Salí de trabajar a las 12 de la noche, me calcé en las orejas los auriculares del
MP3 y empezó a sonar 15 Steps, canción intensa y frenética. Un buen ritmo para caminar las tres cuadras hasta la parada de la 502. Enfrente la plaza Rivadavia iluminada, a unos metros la sede de Olimpo donde iba a natación, atrás mío un aire acondicionado que goteaba. Bodysnatchners es pura energía, las guitarras te llevan en un viaje en cámara rápida y al final lo ves a Yorke enloqueciendo frente al micrófono.

Que bien que empieza este disco, pienso. Te pega dos piñas de entrada y después te relaja con Nude, una balada ascendente (como Exit Music de Ok Computer) llevada por la voz de Yorke hacia el éxtasis final -momento en que la gente rompió el silencio con un aplauso la noche del recital-.

Que frío, la puta madre
. Ya debe estar por venir el colectivo de mierda ese.


Con Weird Fishes/Arpeggi empecé a mover los pies. A pesar de los dos pares de
medias, los deditos se desvanecían.

- ¿Ya pasó la 502 o 503? -me preguntó un flaco con una mochila.
- No -le respondí y me volví a poner el auricular en la oreja izquierda.

Mensaje de texto: El colectivo no viene y me estoy recagando de frío acostate
Las guitarras de Weird... que placer: es como nadar de noche. A lo lejos avisté un colectivo rojo, era la 512, pienso que tengo que volver a la bicicleta, que mientras pedaleás entrás en calor. Ahí viene otro, pero es blanco y verde, la 516. Pienso que la plaza Rivadavia no es tan fea como la de Villa Mitre. Tiene mejores árboles para jugar.

El órgano distorsionado de All I Need te hace sufrir. Yorke habla, casi no canta; hasta que llega el estribillo you all i need you all i need. Yo necesito una bufanda porque ya no siento parte de la cara. De tanto mover los pies me empezó a doler el esguince de tobillo que me hice jugando al fútbol.

Pasan la 506, la 503 y suena Faust Arp. Acústica y voz se defienden solas. Pienso que todo esto del cambio de sistema fue una farsa y una tremenda mierda. Recuerdo con cariño a Microsur -mi primer colectivo-, a La Bahiense que me llevaba al Ciclo Básico, a Rivadavia que me llevaba a Villa Mitre. La vieja 502, un orgullo del barrio, pasaba cada siete minutos. Los nuevos recorridos iban a servir para hacer un sistema más eficiente y sustentable. Sin embargo al poco tiempo aumentó el pasaje, ahora se funde tarjebus, el restorán que tengo a mis espaldas está cerrando, una chica limpia el piso y yo tengo ganas de patear un perro.

Cuando veo venir a la 502, siento bronca, porque todavía me faltan como diez minutos para llegar a mi casa calentarme lo pies y comer. Reckoner hace pasar el mal trago. La pandereta, la batería latosa, platillos descompuestos y una melodía deliciosa.

En el viaje escucho House of Cards, la canción más enfermiza del disco y Jigsaw Falling Into Place que se va derecho al precipicio con guitarras claras que no paran un segundo. Los colectivos rojos tampoco son la gran cosa, una puerta queda abierta y la ventisca me recuerda que estoy congelado.

Antes la 502 dos me dejaba exactamente a 32 metros de mi casa. Con el nuevo recorrido me deja a cinco cuadras. Videotape -¿está sonando en este momento?- es un gran final. Yorke le pega a las
teclas del piano. Suena tosco, se suma la batería en loop. Se siente el vacío. Camino por la calle, no hay perros, no hay autos. Las luces naranjas se terminan justo la calle anterior. Cuando saco las llaves medio a oscuras, la batería se extendió y tomó el poder, el piano se apaga solo.

10 comentarios:

vwerhryjtyjtjtjyt dijo...

También viví en Bº Pedro Pico. También me dejaba a metros de casa.
Durante 3 años tomé la 502 con la sig frecuencia:
06.30 / 09.30
16.30 / 23.30
:::::::::::::::::::::::::::::::::
Llegaron esas nuevas moles rojas. Se perdió la frecuencia, y todos sabemos lo importante que son para nuestras vidas.
Corté por lo sano, me compré una bici.
Al tiempo dejé el Barrio.
Ahora, desde una diagonal al Teatro extraño (a veces) ese limbo en que me sumergía en cada viaje ...
Mi canción siempre era la misma, "All I Need"

Jimmy Chaban dijo...

estás sin moto campeón?

Matías dijo...

Fermín: no lo extrañes más. perdieron la magia

Jimmy: un día sin moto y casi me congelo

AEZ dijo...

Qué burgués quejoso terminaste siendo.

Julia dijo...

15 steps es uno de los mejores comienzos de la historia de la música. Y más cuando hay q salir.

Matías dijo...

AEZ: burgués y peronista! (por lo menos este año, después veremos)

Julia: coincido. además fue el tema con el que empezaron en el recital de Buenos Aires.

diego dijo...

Es una cuenta pendiente, desmenuzar todo ese discazo enorme. Que frio y nostalgia me dieron estas lineas...

Matías dijo...

Frío, sobre todo. Hace tiempo que tengo ganas de entrarle a las letras. hacer una buena traducción. otra cuenta pendiente.

Anónimo dijo...

me dio tanta nostalgia tantos recuerdos....está tan bien escrito!!!!!!!!!!!me agarró frío y ganas de darte un beso en la rodilla!!!!!!!!!!!!julia

Matías dijo...

jejeje...