22 marzo, 2009

Rebeldía estilo inglés

La década del ‘90 terminó con los gritos desgarrados de Kurt Cobain muriendo en el intento de huirle al mercado. Nirvana colapsó la rebeldía rockera. De pronto, romper guitarras y cantar desafinado significaba ser “grunge” y vender más discos. Cobain puso fin a su vida y a las contradicciones, pero dejó una posta difícil de tomar. El nuevo siglo vino con un gran desafío: cómo independizarse de la industria y a su vez correr los límites de lo conocido. Radiohead dio algunas respuestas.

Los chicos de Oxford llegaron
a la fama mundial entre mediados y fines de los 90, con Creep en 1993 y la explosión de Ok Computer (mayo 1997). Le dieron una vuelta de página al brit pop y generaron una nueva estética. Pero al parecer la búsqueda iba por otro lado, ese fue el momento de una de las peores crisis de la banda.

Según el propio Thom Yorke necesitaron un cambio
radical para seguir vivos. Y patearon el tablero con la dupla Kid A / Amnesiac (octubre 2000 y junio 2001). Un paso al vacío que le costó la incomprensión del mercado ante un producto experimental que se corría de todos los cánones. El nuevo sonido fue muy difícil de digerir por las campañas de promoción en MTV.

Pero todo este camino no tendría mayor relevancia sin el paso que dio la banda después de Hail to the Thief (junio 2003): romper definitivamente con la empresa multinacional EMI y sonseguir que su nuev
o trabajo los consagre como la banda independiente más grande del mundo. En el lanzamiento de In Rainbows (octubre 2007/ diciembre 2008), ofrecieron a través de internet el download legal del disco, con la particularidad de que cada usuario le ponía el precio que consideraba debía pagar en un rango de 0.00 a 99.99 libras esterlinas. Aproximadamente un millón de personas descargó el disco pagando un promedio de ocho dólares. Además, Radiohead ofreció una versión de lujo llamada “In Box”, con un disco extra, un vinilo y otros agregados, y una edición de In Rainbows en una cajita de cartón + un librito con letras que encabezó las ventas en Estados Unidos y Gran Bretaña.

Esta es la respuesta que le dieron a Cobain: un disco y una propuesta de la que se habló en el mundo, a pesar de presentar una música compleja, de no tener el respaldo de las grandes cadenas discográficas y de promover la descarga a través de Internet.

Mañana, cuando Thom Yorke se posesione frente al micrófono y Greenwood se pierda en su guitarra, estaremos ante la gran banda del nuevo siglo.

No hay comentarios: