En Crítica, Martín Caparrós escribe sobre la relación entre los medios, sus dueños, los auspiciantes y el público. Les dejo un fragmento, para leerlo completo hacé clic acá.
"Lo cierto es que no sucede: nunca sucede. Y hay una explicación pragmática –casi– razonable: en la Argentina, los medios de comunicación son empresas que se rigen, como cualquier empresa, por sus intereses. Por eso no tiene sentido que un diario con intereses sojeros importantes publique nada en contra de los transgénicos, un suponer. O por eso sí tiene sentido que los nuevos dueños de radio del Plata echen a un tipo como Nelson Castro: si yo tengo una empresa de neumáticos y uno de mis vendedores recomienda a mis clientes que compren gomas de la competencia, le pago su finiquito y lo mando a la casa. Yo, empresa privada, no tengo por qué pagarle a alguien para que diga lo que no quiero que diga, para que hable mal de mis amigos, mis socios o de mí. Dentro de la lógica de mercado, una empresa periodística tiene derecho a definir que ciertas cosas no se dicen, que algunas deben decirse de tal o cual manera, que otras deben decirse sin parar. Y elegir quiénes las van a decir y quiénes no. Para eso son los dueños."
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