05 abril, 2009

Ciudadano ilustre


Fue hace mucho. Bajé del colectivo con los bolsos encarnados en las palmas de mis manos. Me ofrecieron un remís y me negué.

Entré a la galería, al pasillo inmenso de Retiro. Bajé el equipaje al piso, pero no lo solté. Contemplé para adelante, para la izquierda y para la derecha.

"Cuanta gente que viaja. Cuanta gente va y viene. Cuantos desconocidos juntos", pensé.


Tres gopecitos casi imperceptibles en mi hombro derecho me sorprendieron.

El era alto, medio desprolijo, con cara de escuchar reggae. Parecía buen tipo.

"Perdooooname, teeengo que cooomprar un pasaje aaa Córdoba que me sale 95 pesos y tengo 91 ¿no me preeeeestás cuaaatro?", dijo estirando las vocales de la mayoría de las palabras. Era Cordobés, estaba clarito.


Siempre que me piden guita siento un rechazo inmediato, pero esta vez no. Saqué la billetera y le di dos papeles de dos. Los celestes.

"Muchaaas gracias. Le voy a deeeecir a Schiaretti (gobernador de su provincia) que te deeeclare ciudadano iiilustre", me dijo.


Nunca supe su nombre. El tampoco el mío. Pero hubiera pagado el doble si sabía que me iba a tirar esa frase.

Sonreí.