Esto salió publicado hace un tiempo en el blog http://www.monolingua.blogspot.com/
en relación al supuesto plagio en la novela Bolivia Construcciones de Sergio Di Nucci ganadora del premio literario de La Nación. Me gustó y lo tenía guardado para compartirlo:
La literatura tal como la conocemos, el sistema literario tal como lo conocemos y la industria editorial tal como la conocíamos son lo que son merced a la ley 11.723 y sus equivalentes.
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(Esto también a cuento de una vieja objeción de Ignacio Molina y una observación de Beatriz Vignoli cuando yo escribí algo más o menos obvio como "Todo fenómeno literario es un fenómeno comercial".)
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Una editorial no es otra cosa que una casa comercial protegida por la ley 11.723.
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Si esa ley fuera derogada, y bajo las condiciones tecnológicas actuales, la literatura estaría al alcance de todos, sin tantos intermediarios. (Posiblemente, no habría tantos escritores; la ley de la propiedad intelectual funciona como incentivo para la producción intelectual).
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"Propiedad intelectual": qué lo parió. Ya sabemos que la propiedad intelectual es un mito parido por las revoluciones burguesas: una creación secularizadora de la burguesía para oponerse a la nobleza. Ya sabemos que, en última instancia, algo como la "propiedad intelectual" no existe. Pero seguimos conduciéndonos como si en efecto existiera.
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Internet está poniendo la literatura al alcance de *todos* (el * es copyright de -como dice la ninia-, el pinkblog).
1 comentario:
HUMORÍSTICOS "REFRANES SOBRE PLAGIO" pueden leerse cliqueando sobre ídem.
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