10 marzo, 2009

La armonía del grillo solitario


Ya hace un tiempo que estoy solo. No tengo nadie a quien llamar, a quien esperar, a quien pensar. Solo.

Seguro que te da un poco de escalofrío pensar en qué pasaría si te tocara a vos. Pero no te preocupes, no es para tanto. En este caso, mi corazón no se altera. No le doy ni un poco de lástima. El sabe que, en el fondo, estamos disfrutando de esta soledad.

A ver…

¿Viste cuando estás sentado en el patio, la noche es agradable, la cerveza está fría y sólo sentís el sonido de un grillo que está más solo que vos? Justo en ese momento comenzás a escuchar el latido de tu corazón, que funciona como el ritmo base de un tema armonizado por el grillo. Impagable.

¿Viste cuando llegás a tu casa y te espera sólo una luz prendida? Entonces dejás el bolso, te sacás la remera, te ponés una maya, las ojotas y le hechás un sorbo a ese vinito fresco. Escuchás un bolero, te agarra un poco de nostalgia, cambiás por un reggae, levantás un poco y por último pinchas ese disco de La Nueva Luna que tanto te gusta.

¿Viste cuando estás sentado frente a la computadora, abrís el Word, te proponés escribir algo y te sale algo así? Bueno, esta es. La soledad de las personas, pero no la del alma.
En los próximos posteos voy a abundar sobre esta nueva vida. Prometo contar tanto los excesos como los ahorros, las buenas como las malas, las lindas como las feas.

Y, ya que estamos, les dejo un proverbio que lleva décadas de práctica en el Barrio Almafuerte: “El amor es como una latita de atún: tiene fecha de vencimiento”

10 comentarios:

Anónimo dijo...

hey, nadie esta solo. Estamos con uno mismo. Y a verdad es buena compania. El resto, es solo para el resto de la gente que nos ve. Novia, laburo, todo eso es para despistar. Segui asi frente a tu word y veras como te acompañas.

BlogVisitor

Oso de Almafuerte dijo...

BlogVisitor: cierto, la soledad no tiene que llegar al alma. Tan sólo es la falta de compañía.
Es una inigualable fuente de inspiración.
Gracias por pasar. Ya no me siento taaaan solo.

AEZ dijo...

Está muy bien aprender a disfrutar de la soledad, Oso. Lo banco. Excepto por la frase final: qué pelotazo.

Oso de Almafuerte dijo...

AEZ: los proverbios en el Barrio Almafuerte son milenarios, pero generalizan.
De todas maneras me cuesta mucho creer en el amor eterno, o en el amor no perecedero, tipo cajita de arroz.

AEZ dijo...

Oiga, yo directamente creo que NO existe tal cosa: "amor eterno" me parece un oxímoron. Mi problema es con la metáfora de la latita de atún; me suena a que al atún no está al natural, sino en la grasa del aceite, ¿me interpreta? Abrazo.

Oso de Almafuerte dijo...

jajaja, sí ahora sí. Es muy grasa. Pero siempre es bueno recurrir a cosas bien concretas para ejemplificar. Un gran pelotazo contra un frontón, sin dudas.

Matías dijo...

Concuerdo, no existe el amor eterno. Las metáforas orgánicas del Oso, a mi entender, tiene un error: hablan de cosas muertas, el atún enlatado y el arroz.
El amor está hecho por personas, ergo, está vivo. Y si está hecho por las adecuadas, muere con ellas.
Y el arroz frío con atún, no me gusta para nada.

Oso de Almafuerte dijo...

Matías: Es tan sólo una comparación. Pero no creo que a todas las parejas le ocurra lo mismo.
Tenés razón, yo odio el atún con cualquier cosa.

Jimmy Chaban dijo...

A mi el atún me gusta.
En una epoca, cuando padecía una ruptura amorosa bastante pesada comia atún a la madrugada.
El tipo abria una lata, le ponia mucha sal y lo comia con una cuchara mientras veia televisión.
Quien necesita amor con semejante agasajo.

Oso de Almafuerte dijo...

Jimmy: A mi no me gusta, pero si llegara a disfrutarlo como usted, creo que pensaría lo mismo. No hay mal que por bien no venga dicen, también, en el Barrio Almafuerte.