21 marzo, 2007

El grito


Por Mauro Matarazzo

La serie de imágenes se da de la siguiente manera:

- Un bebe que va, sumergido en el agua, hacia un anzuelo cuya carnada es un billete de 1 dólar.
Un nacimiento.
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Dos muñecos, uno con la cabeza rota y otro muy parecido a un esqueleto humano, agarrando una flor.
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Un ángel. Un ángel muy carnal en cuerpo de mujer, al que se le ven las tripas.
In útero. A punto de reproducir la trilogía, de reproducirse.
Se trata de las tapas, del álbum que catapultó a Nirvana a la fama, “nevermind”, y los dos siguientes: Incesticide e In Utero.
Nirvana es la cara visible y representativa de un movimiento que se gesta a finales de los 80 en EE UU: el surgimiento en los medios masivos de comunicación de bandas hasta ese momento relegadas al “under”: músicas poco digeribles para las radios, tipos mal vestidos para las cámaras, rompiendo con los glamorosos rockers y su imagen de rebeldía medida y friamente calculada para la venta de discos.

Nirvana fue la última expresión, el último grito de una juventud de clase media y media baja, perdida y sin recursos, al que el mercado permitió 15 minutos de fama antes de devorarlo definitivamente. 3 años de vertiginosa caída de una banda constantemente contradictoria que supo coquetear con la canción suavecita- pop- radiable y a su vez mantener la “ética punk”, la canción cruda y sin retoques, una banda que hizo el “umpluged” para Mtv (lo cual dividió a su público), pero sin tocar grandes éxitos.

Al son de los problemas personales del líder Kurt Cobain (explotados por los medios que construyeron una verdadera novela) las drogas y el consumo desmedido llegaron desde un Nevermind ultraexitoso, pasando por un Incestide furioso, hasta In Utero, un disco sin temas top ten en respuesta a las presiones de la discográfica de un nuevo “Nevermind”: un disco que grita desaforado o quizá llora en “Scentless Aprentice” vayanseeeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!! vayanse lejoosssssss!!!!!!! muestra un lado sensible y constantemente conflictivo de Cobain en “Dumb” “pienso que soy un tonto, o quizá solo soy feliz”, y luego se despide con un “Todo disculpas” en el último tema.
Tres años de grito punk desentonado girando en el lavaropas de la industria discográfica, deshilachando los ecos bastante rápido...
Luego el ángel carnal se eleva, el útero se abre y pare, y sigue pariendo bebés que nadan hacia el anzuelo con el billetito de un dólar, generaciones actuales de miles de músicos que son descartados sistemáticamente en la “escalera a la fama”, que se arañan entre ellos y lloran mientras son empaquetados y preparados como productos de consumo masivo, hasta que solo uno llegue a la cima y sea recibido por el insoportable marley, con su cara de idiota, dándole los cada vez mas escasos minutos de fama, un celular y un contrato por las migajas del millonario negocio... y el muñeco con forma de esqueleto se forma cada vez mas rápido y el ángel carnal, que pare y sigue pariendo.

“La apatía de mi generación me da asco. Me da asco mi propia apatía, el hecho de ser débil y de no oponerse al racismo, al sexismo y a todos los demás “ismos” de los que se quejaba durante años la contracultura” Kurt Cobain

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