28 septiembre, 2009
Un poema de Mr. Santos
27 septiembre, 2009
La venganza judía



El héroe de la ocupación alemana -que liquidó 300 soldados y le hicieron una película- se enamora de la chica judía y protagonizan una gran escena dramática donde se mezcla de manera brillante realidad y ficción.

Y dejo para el final a mi personaje favorito: Hans Landa El cazador de judíos. Se ganó ese sobrenombre con orgullo. En sus interrogatorios hace llorar a sus interlocutores con un cinismo brutal. Disfruta del tabaco, de la leche fresca, del strudel de manzana con crema, mientras quien tiene enfrente se deshace. Pero con los años reniega de su apodo y de su historia. Quiere borrarla. Casi lo logra.

21 septiembre, 2009
El planeta de los simios

Los de adelante cantaban Soy de catupé, soy de catupé... y como tenían demasiado éxito recriminaban -como la popu a la platea- No canta nadie la puta que los parió...

- Está todo bien con la bandera, pero es un tipo que mueve el brazo y los de atrás no ven nada.
El rockero melancólico

- Convidá un poco, maricón -le gritaban desde abajo cuando se extendía en sus relatos.
Catupecu es una banda signada por la tragedia. Después del lanzamiento de El número imperfecto, un disco desparejo que trae los mejores temas de la banda y otros muy malos, el bajista Gabriel Ruiz Díaz sufrió un grave accidente que lo dejó postrado peleando por su vida hasta el día de hoy.
En el 2007 sale el primer disco con la nueva formación: Laberintos entre aristas y dialectos, el trabajo más compacto, prolijo y logrado musicalmente. Con una presentación impecable en forma de libro, el disco plantea a la música como una materia a ser tratada y experimentada.
Gabriel es el quinto integrante de Catupecu, el protagonista del viaje del miedo, traído una y otra vez al escenario por su hermano. El grito desgarrado de Plan B: Cuando faltas. Me haces falta.
18 septiembre, 2009
Video clip
El proyectil trazaría una línea casi recta encerrada entre dos puntos: el arma y su cabeza. En ese trayecto, como corresponde, ante sus ojos comenzaron a sucederse las imágenes en un mini video clip de lo que fue su vida.
El departamento, la heladería marrón, su hermano, su mamá, el caminador. Un patio, un techo de chapa, su papá. Hospital, puntos y caramelos. La máquina de escribir naranja. Guardapolvo blanco, las vías, las piñas. Manos azules, títeres. Videocasetera. Video juegos. Mujeres. Mujer. El teclado negro. El departamento prestado. La oficina, el ascenso, la secretaria. El escritorio de la oficina, la secretaria. El hijo inesperado. Abandono de hogar, de amante, de hijo. Abandono de ciudad. La pipa a las seis de la tarde.
Con la bala a escasos milímetros de su frente, vio la imagen de un tipo –tal vez el marido de la secretaria– bien peinado y mal vestido, que entraba en su casa arrebatado por una especie de furia, respiraba profundo y le disparaba: en el mismo momento, su vida comenzaba otra vez.
El proyectil nunca llegaría a unir los dos puntos. Se sentía como el protagonista de una de esas tapas de revista, en las que un hombre está sentado leyendo una revista, que en la tapa tiene al mismo hombre sentado mirando una revista, que a su vez.
16 septiembre, 2009
"No hay muérdago para Miss Quinn"
Hace un par de semanas me encontré tirado en la calle esta mitad de casette. Según google la artista es una tal Enya (seudónimo de Eithne Patricia Ní Bhraonáín)
Los nombres de los temas están buenisimos:
Lunas del Pastor (Shepherd Moons)
Tracklist lado A
Lunas del Pastor - Azul Caribe - ¿Cómo puedo evitar cantar? - Ebudac - Ángeles - No hay muérdago para Miss Quinn
12 septiembre, 2009
19/12/68
“Es posible que, al fin, me convierta en un escritor revolucionario. Pero eso tiene un comienzo muy poco noble, casi grosero. Es posible trazar el proyecto de un arte agitativo, virulento, sin concesiones. Pero es duro llevarlo a cabo. Exige una capacidad de trabajo que todavía no poseo.
Me refiero principalmente a métodos de trabajo. Hace años vengo luchando por eliminar cosas que formaban una “infraestructura errónea”, la bebida, el cigarrillo, los malos horarios, la pereza y las postergaciones, la autolástima, el desorden, la falta de disciplina; la consiguiente falta de alegría y de confianza; todo ensamblado en una estructura mental que seguía siendo burguesa.
Este año solo he progresado en dos cosas. No bebo lo que a mejorado mi salud. (...) Empiezo a asimilar lo básico del marxismo y mi nivel de conciencia es hoy mucho mayor. Estoy mucho más jugado”
Diario de Rodolfo Walsh
08 septiembre, 2009
Al final del arco iris

Salí de trabajar a las 12 de la noche, me calcé en las orejas los auriculares del MP3 y empezó a sonar 15 Steps, canción intensa y frenética. Un buen ritmo para caminar las tres cuadras hasta la parada de la 502. Enfrente la plaza Rivadavia iluminada, a unos metros la sede de Olimpo donde iba a natación, atrás mío un aire acondicionado que goteaba. Bodysnatchners es pura energía, las guitarras te llevan en un viaje en cámara rápida y al final lo ves a Yorke enloqueciendo frente al micrófono.
Que bien que empieza este disco, pienso. Te pega dos piñas de entrada y después te relaja con Nude, una balada ascendente (como Exit Music de Ok Computer) llevada por la voz de Yorke hacia el éxtasis final -momento en que la gente rompió el silencio con un aplauso la noche del recital-.
Que frío, la puta madre. Ya debe estar por venir el colectivo de mierda ese.
Con Weird Fishes/Arpeggi empecé a mover los pies. A pesar de los dos pares de medias, los deditos se desvanecían.
- ¿Ya pasó la 502 o 503? -me preguntó un flaco con una mochila.
- No -le respondí y me volví a poner el auricular en la oreja izquierda.
Mensaje de texto: El colectivo no viene y me estoy recagando de frío acostate

El órgano distorsionado de All I Need te hace sufrir. Yorke habla, casi no canta; hasta que llega el estribillo you all i need you all i need. Yo necesito una bufanda porque ya no siento parte de la cara. De tanto mover los pies me empezó a doler el esguince de tobillo que me hice jugando al fútbol.
Pasan la 506, la 503 y suena Faust Arp. Acústica y voz se defienden solas. Pienso que todo esto del cambio de sistema fue una farsa y una tremenda mierda. Recuerdo con cariño a Microsur -mi primer colectivo-, a La Bahiense que me llevaba al Ciclo Básico, a Rivadavia que me llevaba a Villa Mitre. La vieja 502, un orgullo del barrio, pasaba cada siete minutos. Los nuevos recorridos iban a servir para hacer un sistema más eficiente y sustentable. Sin embargo al poco tiempo aumentó el pasaje, ahora se funde tarjebus, el restorán que tengo a mis espaldas está cerrando, una chica limpia el piso y yo tengo ganas de patear un perro.

En el viaje escucho House of Cards, la canción más enfermiza del disco y Jigsaw Falling Into Place que se va derecho al precipicio con guitarras claras que no paran un segundo. Los colectivos rojos tampoco son la gran cosa, una puerta queda abierta y la ventisca me recuerda que estoy congelado.
Antes la 502 dos me dejaba exactamente a 32 metros de mi casa. Con el nuevo recorrido me deja a cinco cuadras. Videotape -¿está sonando en este momento?- es un gran final. Yorke le pega a las teclas del piano. Suena tosco, se suma la batería en loop. Se siente el vacío. Camino por la calle, no hay perros, no hay autos. Las luces naranjas se terminan justo la calle anterior. Cuando saco las llaves medio a oscuras, la batería se extendió y tomó el poder, el piano se apaga solo.

Que vuelva Román.
05 septiembre, 2009
Zambayonny

A los que nunca les tiraron la goma, a los que un poco les rompieron el culo...
Se suma la guitarra y empieza el show. Humor musical o música extremadamente sincera. Zamba hace lo que se le canta. O más bien canta lo quiere, sin importarle mucho los prejuicios morales o que esté su mamá en primera fila.
En su repertorio, incluyó el tema que compite por el récord de la canción más corta del mundo -Hay mucho mensaje entrelíneas porque es muy difícil resumir todo es tan pocas palabras -dijo antes de interpretar No me hablés de amor:
La música de Zamba no se destaca por la originalidad en las melodías, ni por lo virtuoso de la guitarra. Es pura actitud. Hace entrar en las canciones un lenguaje de asado varonil, con mucha gracia y un poco de sabiduría de barrio. Pero también sabe contar buenas historias como la de
La última mención va para Superman. Promediando el epspectáculo Zamba cantó una que nunca grabó porque Marvel Comics no se lo hubiera permitido. Se titula
03 septiembre, 2009
Con su bata blanca que ella llama peignoir
Esos rostros - La belleza - Laureles eternos - Las flores - Personae
Esencia del imagismo: la imagen es el pigmento del poeta, un enjambre de ideas (vórtice).
Liu Ch´e
El susurro de la seda se interrumpe,
el polvo se levanta sobre el patio,
no hay ruido de pasos, y las hojas
corren en remolinos y quietas yacen,
y la que regocija el corazón es indigna de ellas:
una húmeda hoja que se adhiere al umbral.
Liu Ch´e funciona como un mosaico. Las imágenes se superponen manteniendo su independencia e influyendo unas sobre otras para conformar finalmente la unidad del poema.

Esta dama con su bata blanca que ella llama peignoir,
es, de momento, la amante de mi amigo,
y las delicadas patas blancas de su blanco perrito
no son más delicadas de lo que ella es,
y ni el mismo Gautier hubiera desdeñado el contraste de sus blancuras
cuando ella se sienta en el sillón entre dos velas indolentes.
En Albátre, el pigmento primario es el blanco. Pero no es un blanco puro, sino que muestra matices (contrastes). La primera mancha es a nivel del lenguaje, la bata blanca ella la llama "peinoir": una marca de clase, o de pretensión de clase, porque para Pound no deja de ser una bata blanca. El segundo contraste se da entre la delicadeza y la frialdad de esta mujer y la indolencia de las velas que tienen un blanco que se derrite con su propio calor. En este poema se produce otra vez el cruce con la pintura al hablar de Gautier. Es el pintor es el que no puede rechazar las imágenes del poema.
Trozo de abanico, para su alteza imperial
Oh, abanico de seda blanca,
límpido como escarcha en un tallo de hierba,
tú también has sido abandonado.
Pound pone el acento en un objeto para describir una situación que va más allá de él. Plantea dos imágenes donde la frialdad de la seda se convierte en escarcha (efímera) sobre el pasto. En el título se introduce un personaje femenino, la Alteza Imperial, y en el último verso se resuelve la situación que une al objeto y la dama: el abandono.
Cuando se construye una imagen los objetos ocupan lugares centrales y esa imagen sólo se convierte en un vórtice si el objeto logra reflejar un proceso. Objeto, acto, proceso, verbo y adjetivo tienden a mezclarse en las imágenes cargándolas de sentido hasta el máximo de sus posibilidades.
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[1] Prólogo de Mariano Antolín Rato a Ezra Pound, Personae, los poemas breves, Hiperión, España 2001.